Mariposas revoloteando en la cabeza... Mariposas revolviendo
el estómago... Mariposas saltando de un hombro a otro... Mariposas que entran por
la cuenca de un ojo y salen por el otro manchadas de sangre...
Mariposas, siempre
mariposas, las mismas, tan diferentes y efímeras. Así me siento yo. Así me
siento hoy.
A veces la vida es como una mariposa bella y efímera.
ResponderEliminarUn aria preciosa, me encanta ésta ópera.
una lluvia de besos