Siempre me ha gustado japonesizar palabras y cuando hace años en una clase de inglés, el profesor pronunció la palabra hierarchy (jerarquía). Me enamoré de ella y me la quedé: Jairaki. Hace poco me pasó lo mismo con horizon (horizonte). Joraison me encanta.
Pues bien… después de unas horas de vuelo sobre el Atlántico, de habernos puesto mantas encima, amontonado bolsos y libros sobre el asiento del medio y de descubrir que todavía quedan azafatos heteros, me giré, miré fijamente a Agatha y le dije: “Escucha, lo que pase en Chicago se quedará en Chicago. Así que no comentaremos nada en la oficina”.
Metí mis manos en el bolso y le dije: “Si se enteran de lo que te voy a contar, es probable que quede cuestionada para siempre mi profesionalidad y cordura. Te voy a presentar a Mijilho...”. Le expliqué que desde que mi madre está conmigo la ayudo a deshacer bobinas de hilo para sus labores de ganchillo y he descubierto una pasión oculta que me relaja hasta el infinito. Así que saqué a Mijilho, una maraña de hilo negro llena de nudos.Mijiljo no me suele acompañar, lo dejo en casa y cuando llego lo primero que hago es buscarlo y si no lo encuentro, empiezo a dar vueltas por la casa y preguntar por él. ¿Dónde está Mijihlo, no me lo habrás tirado? Me tranquilizo cuando doy con él y a lo mío a deshacer por un lado, mientras se me enreda por otro.
Así que firmamos el pacto y me puse una película, mientras que mis manos, ajenas a mis ojos fijos en la pantalla, intentaban deshacer nudo tras nudo. Me cansé en la segunda película y me giré para ver si podía estirar las piernas. Aprovechando mi giro hacia el pasillo, un señor, sentado dos filas detrás de mí, me interrogó:
- Excuseme lady... llevo horas observándola y me preguntó qué hace con el hilo…
- ¿Usted sabe la historia de Ulises y Penélope de la mitología griega?
- No.
- Pues bien, Ulises parte a la guerra de Troya y tras 20 años fuera, su esposa Penélope, debe elegir marido entre los muchos pretendientes. Penélope anuncia que cuando termine el tapiz que está tejiendo, elegirá esposo. El tapiz que hace por el día, lo deshace por la noche. Pues esto es lo mismo. Creo que nunca lo acabaré de deshacer y me relaja.
Me giré y allí estaba Agatha descojonada de la risa. Ya, ya, ya lo sé tendría que haberle contado que soy de la religión del colador de pasta de color rosa en la cabeza y que éste, Mijihlo, es mi rosario y de esto… ni una palabra. ¿Estamos?
jajajajaja ni mu!!!!! muack
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