El sábado me compré unos botines, a los que no les conviene para nada la lluvia, ya que el vistoso pelo del borde podría acabar como una rata sucia tras el remojón. Descartando la lluvia hasta el fin de los tiempos, pensaba en mis botines que estrenaría sin falta el lunes.
49 días con sus 49 noches sin una triste gota de lluvia en Barcelona. Hasta hoy. Discúlpenme que ahora vuelvo, que voy a patentarme junto con mis botas, para ser usada en aquellos países en los que se necesite o no agua de lluvia y todo esto sin tener que cantar ni una sola estrofa.
Hola Jairaki. Te imagino dando saltitos, toda contenta, en los charcos que se forman en la calzada con tus flamantes botas de lluvia...Llevo veinte dias alejado de la civilizacion, de lo tecnologico, del mar... Tambien te deseo un feliz año...Besazos
ResponderEliminarBuzzzz no llovióooo. Nada de saltos en charcos con la ilusión que me hacía! Wow 20 días! habrás cargado pilas para conseguir todo lo que te propongas en este año! Muchos besos
ResponderEliminar