Invisible...

Intentamos que este año no se hiciera, pero nos liaron y a cuatro días de la cena de Navidad a buscar regalo y currarte la pista. Yo no quería, pero ya puestos… a darlo todo. Mis pistas han estado siempre bastante elaboradas, al igual que los regalos. No lo puedo evitar me gusta regalar. Hasta este año tampoco había tenido mala suerte con los recibidos: marcos de fotos con fotos mías y de mi mejor amiga, maquillaje Benefit… pero este año…

Pista: Mi casa es tu casa y la de todos, además de iluminada. La verdad es que soy muy mala acertando las pistas. Me puede la presión. Joder, joder pobre persona, venga adivina… Mi casa es tu casa… Vane, eres tú! Que siempre que me la ofreces cuando vamos de fiesta… Nooo. Y los nervios me hacían repetir lo mismo. Vane eres tú. Cuando miré al gol sur me encontré con los ojos del presidente y de su mujer clavaos. Creo que me lo chivataron. ¡Claro regalo del presidente! Por fin… Ufff espero que me guste al menos, que mi cara no sabe disimular. Rompo el papel, una caja, saco la caja y me encuentro con una casa que se ilumina por dentro. Venga esto debe ser la pista, ahora el regalo, pero no hay más cajas ni sobres, ni nada. Así que era eso. El vino hacía que los que me rodeaban no se cortarán un pelo y venga a reírse. Venga tranquila que igual dentro lleva un consolador. Enchúfalaaaa. Yo me quiero fotografiar con ella… Yo me levanté a dar las gracias sin saber ni qué decir. Eh gracias. Una casa iluminada por dentro.¡¡¡Pero qué clase de broma macabra es ésta!!!! Cogí el siguiente paquete para que empezaran de nuevo con el ritual de la pista y el regalo y recomponer mi cara.

El regalo en cuestión lo compró su mujer que también trabaja en la empresa y creía yo que me conocía de sobras. Llamó a una compañera, con la que no es que tenga mucho trato, para preguntarle si creía que me gustaría un picahielos. ¿Un picahielos? Mujer, algo más personal. Una casa iluminada, por dios. ¡Hubiera preferido el picahielos! Yo he sido la que impuso la biblioteca de la empresa y la tradición de intercambio de libros.. Un libro, cualquier libro hubiera sido más que suficiente. Unos guantes del Carrefour, una camiseta del mercadillo, una ensaladera, ¡¡¡cualquier cosa menos una casa iluminada por dentro!!!! Se ve que el jefe las colecciona, espero no haber puesto cara de demasiado entusiasmo, porque ya me veo con el establo para el año que viene si sigo trabajando aquí, pero ay la venganza… La venganza es un plato que te lo tiraría en la puta cara. La genial idea ha venido de la mano de mi hermana Lara Norris… para el año que viene... un botijo.

Hemos decidido que lo encargaremos con el fondo defectuoso, para que no exista la posibilidad de que pueda servir de adorno o de que se pueda apoyar en cualquier sitio. Será de los que pesan un copón, tamaño King Size. Encargaremos que le metan un pedrusco dentro de 3 kilos y que sin agua ya pese 4 ó 5 kilos. Y en el caso de que se les ocurra llenarlo y beber… zasca pedrusco en los morros. Tiene que pesar y abultar tanto para que sea un coñazo ir con el regalo de fiesta y llevar locite por si accidentalmente se rompe durante la cena. Nada de abandonarlo a pegarlo y pa casa. Qué largo se me va a hacer este año bisiesto… Ahora eso sí, si se os ocurre un regalo peor… por favor iluminenme.