martes, julio 26, 2005

Desnudo integral...

Con este calor que hace la ropa sobra... es más sobra hasta la piel, así que aquí os presento a mi duodeno y a mi esófago. ¿A que son bonitos? Me dan ganas de ampliarlos y hacer un cuadro para el comedor... mmm mejor que no.

Qué cosas. Ahora me conozco más, tengo más consciencia de mi mundo interior. Sí, señor esas visceras son mías, Qué lindas... O al menos eso me han dicho. Lo último que recuerdo fue que me dijeron que empezará a contar ovejitas, como las que tenía en el reloj. El doctor le dijo a Norris y a mi madre que mis últimas palabras fueron... también tengo un lobooooooooo... pero de eso ya no me acuerdo.

jueves, julio 14, 2005

Invitaciones…

Sufumu y Lara Norris me comentaban sus experiencias en invitaciones. En varias ocasiones estando en una terraza alguien les pagó la cuenta. Yo alucinaba de cómo era posible, no por dudar de su belleza arrolladora, sino de la situación que sólo creía que se daba en películas. A Sufumu desayunando sola en un bar… y no aceptó el pago de su cuenta y le dio miedo, porque luego el individuo encorbatado la seguía. En dos ocasiones más, la invitación les llegó estando juntas en una terraza. Yo con mi curiosidad habitual quería saber más detalles, el procedimiento, reacciones, etc.

Mira la última vez -me decía Lara- había un chico que todo el rato nos miraba. Aprovechando que se levantó al lavabo, fuimos a la barra a pagar y pirarnos. Entonces la del bar nos dijo que aquel chico lo había pagado. Ah pues dale las gracias, le dijimos. Supongo que el chico se quedó a cuadros al salir del lavabo y ver que ya no estábamos…

¡Qué fuerte! ¿qué hicisteis , que le dijisteis….? Nada porque cuando salió del lavabo ya no estábamos, anda que no corríamos. Joer Lara, qué morro podíais haber esperado, encima que os invita... Sí hombre por unas cañas le vamos a hacer una churrupaica y todo.

Yo seguía alucinando. Claro que si se quedan qué hacen. No sé, es todo raro raro. Al día siguiente de esta conversación secuestré a Sufumu del videoclub y nos fuimos a tomar un cafelito. En una mesa cercana había un chico pelirrojo con un abuelico. Esta vez iba a invitar yo a Sufumu, cuando el abuelito se levanta, le toca el brazo a Sufumu y le dice… ¿vosotras no sois de aquí, verdad? No, ¿porqué? dijo ella y le respondió el abuelico que no nos había visto antes y que ya le parecía... pues por haber caído por aquí os invito yo. Chica, -le decía a la de la barra- ni se te ocurra cobrarles. Yo casi me pongo a dar saltos. Ole ole oleeeee. Vale no era Brad Pitt, pero coño era una invitación en toda regla. ¡Yo también formaba parte del club! Chas gracias. Qué amable, chas gracias, muchas gracias. Entré saltando al videoclub. ¡!!!Nos han invitado, nos han invitado y a miiiiiiiii y todoooooo!!!! Con qué tontería se pone una contenta.

Y hablando de invitaciones… os invito a que visitéis el blog de mi madre que como ya os dije ya está en casa y a ver si este finde me pongo con ella y actualizamos. Le podéis dejar mensajes de bienvenida que seguro que la pondrán muy contenta, porque su estado de ánimo no es que esté muy rumbero.

Y para acabar de redondear el tema también tengo invitaciones de gmail, si alguien quiere alguna... pues eso a pedir como está mandado que esta vez invito yo.