miércoles, abril 11, 2012

Cobarde...


Escribir sin ver. Beber sin sed.  Saltar sin fuerzas. Sonreír sin ganas. Mentir, fingir, valientes y cobardes. Cuánta soberbia y tontería, sobra desgana y fallan las fuerzas para mandarlo todo al puto carajo. Este no ver temporal me lo está dejando todo claro. Los buenos momentos duran escasos segundos, se trata de enlazarlos e intentar borrar el resto de minutos y horas y días y siglos. Tarea aparentemente sencilla, pero al día siguiente te tienes que volver a levantar y no es un sueño  tienes que volver a la lucha de nuevo. Ardua batalla perdida contra el tiempo del que eres de todo menos su dueño. El tiempo cabrón, ese chicle ácido e impecable. Ese bandido amo y señor de todo. ¿Ha valido la pena el martirio de más de ocho horas de escozores, cegueras temporales y lágrimas por no poder cerrar los ojos hasta que te hayan tomografiado bien la retina? ¿Vale la pena esperar hasta el lunes para que me vuelvan a explicar la misma historia? Desgraciadamente no hace falta que me digan que la cosa va a peor. Señores, lo veo a diario o mejor cada vez lo veo menos. Malos tiempos para la esperanza, malos tiempos para la compostura, malos tiempos...


miércoles, abril 04, 2012

DJ...

Cuando me dan la puñalada trapera, intentan meterme un gol o me sacan de quicio, lejos de sulfurarme, jurar en arameo o cagarme en las piezas dentales de alguien… últimamente respiro hondo, subo el volumen de los altavoces del ordenador y pongo una canción… Ayyy qué malos son…  los rubios y los morenos. Son malignos tos los hombres malísimos, malísimos  Tú lo que quieres que me coma el tigre… y empiezo a bailotear en mi mesa. Al día siguiente la gran mayoría de personas de mi departamento se han acordado de mí y hay quien hasta jura en arameo. Todo por pegarles la canción del día. Iba en la moto.. Tú lo que quieressss que te coma el tigre… He llegado a casa… Tú lo que quieressss que me coma el tigre...


Disgusto al canto… No hay problema. Calma, volumen al máximo y allí están ellas con sus pantalones para sordomudos, con sus camisas con chorreras y su baile endomoniado… Te estoy amando locamenti, pero no sé cómo te lo vi a decir…


Se me pasa todo, cabreo, mala hostia y hasta llego a olvidarme del motivo de haber puesto la canción. Se  avecinan cambios en mi vida y ojalá que lleguen pronto. Serán cambios radicales y hoy me ha venido a la cabeza la canción para el momento… ¡¡radical! Que así sea.