jueves, diciembre 30, 2004

Feliz 2005...

De todo ha tenido este 2004. A veces creo que más malo que bueno. No quiero ser negativa y me voy a quedar sólo con lo bueno... el éxito de la operación de mi madre... mi boda... ... seguir rodeada de los que realmente me quieren... Seguro que habrá muchas más cosas aunque ahora no me vengan a la cabeza.

Siguen las buenas noticias desde Valladolid, no va para atrás que ya es mucho y le van a empezar a reducir la dialisis. Hoy a la noche acompañaré a Sufumu a la estación y mañana por la mañana ya estará con mi madre. Ayer cuando hablábamos con ella por teléfono le decíamos lo mucho que se la llega a echar de menos, lo importante que es en nuestras vidas y lo muchisimo que la llegamos a querer. Esta tarde antes de salir imprimiremos todos vuestros mensajes y todos vuestros ánimos viajarán también hasta ella.

De nuevo agradeceros vuestras mágicas palabras y en este último post del año desearos de todo corazón que el año que viene sea infinitamente mejor que el que ya se acaba, que la salud, el amor y el dinero no falte en vuestras vidas, que todos vuestros deseos se cumplan y que no os fallen las fuerzas para conseguirlos.

Trillones de besos desde ésta vuestra casa

Smuakkkkkkkkkkk


Desde aquí os pido un favor. Cuando Sufu vaya a Valladolid el jueves me gustaría que le llevase a mi madre impresos vuestros comentarios de apoyo. No le he dicho nada de esto a ella, pero sé que le hará mucha ilusión. No se sentirá sola. Ella sigue escribiendo en su libretita y tendrá tiempo de contestaros y con sumo gusto le colgaré en su blog sus respuestas.

Gracias a todos.

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Trillones de gracias...

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miércoles, diciembre 29, 2004

Noticias esperanzadoras...

Ayer mi madre nos dio buenas noticias :) Parece ser que está reaccionando a la medicación y aunque los médicos dicen que no es para lanzar cohetes todavía, es una buena noticia, una esperanza. Está acompañada, mejor dicho muy bien acompañada, por la novia de mi tío, y ya tiene ganitas de que Sufumu llegue. Mañana a la noche la acompañaremos a la estación y le cargaremos el equipaje con toneladas de besos, abrazos y cariños para los que están allí. Sufumu se convertirá en el paje real que le haga llegar vuestros mensajes de ánimo. Qué contenta se va a poner cuando os lea.

Mil besos en el centro de vuestros estupendos corazones.



lunes, diciembre 27, 2004

Orgullosa de ellas y de él...

El día 24, justo cuando mi marido salió del trabajo, nos dirigimos a Valladolid. Al final fuimos los dos solos. Llegamos sobre las 11 de la noche al hospital. Allí estaba esperando en la calle mi madre. Qué ganas de abrazarla, qué alegría verla allí. Unos pasos atrás estaba su hermana, y en la sala de espera de la UVI, la preciosa Sufumu que había preparado la cena de Nochebuena.

Encima de las sillas de plástico, donde las tres llevaban durmiendo una semana, había colocado unas bolsas de plástico del super del Corte Inglés, con motivos navideños, a modo de mantel y encima los platos. Después de los abrazos, los besos y los achuchones dimos buena cuenta del pastel de langostinos, que habían comprado, el foie, las ensaladas de marisco y polvorones. Después del viaje esa comida nos supo a gloria. Una nochebuena diferente, pero no peor. Allí estábamos como una piña, intentando que el ánimo no se fuera abajo.

Pensé que nunca podría admirar a mi madre más de lo que ya lo hacía, pero veo que la admiración por ella siempre es poca y crece constantemente. Su estado de salud delicado, no le impide estar al pie del cañón, esperando las buenas noticias, toreando los nervios de todos, animando siempre y cuando más se necesita, sobreponiendo su comodidad y salud, por aquellos a quienes quiere. Es realmente una Diosa.

Qué decir de Sufumu… de tal palo tal astilla. Mi admiración por ella también es muy grande. Cuando tenía 16 años, se trasladó a Burgos para cuidar a nuestro tío (otro hermano de mi madre ya fallecido por el dichoso cáncer). Le movió todo el tema de hospitales, controles, sesiones… Le cocinaba y le acompañaba a todas partes. Esta vez de nuevo vuelve a ser la jabata que siempre ha sido. Habiéndose levantado a las seis para currar, cogió un coche que las dejaron y para Valladolid que se fue con mi madre y mi tía, sin parar casi ni para comer y allí estaba durmiendo en la silla del hospital durante cinco días, ayudando a las dos joyas que iban con ella. Toreando problemas ajenos a la salud de mi tío, muy graves.

También estoy muy orgullosa de nuestra tía C. religiosa de las que realmente creen en lo que hacen y que como mi madre también antepone muchas cosas antes que ella. Su estado de salud es muy delicado, agravado por una caída que tuvo hace unos meses y allí estaba ella al pie del cañón.

He descubierto lo que es el amor con mayúsculas. T., la novia de mi tío, también demuestra lo que es querer incondicionalmente y lo generosa que puede llegar a ser la especie humana.

Para mi amado marido me faltan las palabras. Lo suyo es querer también en mayúsculas, aguantando mis nervios, apoyando y dando una tranquilidad serena a los que estamos a su alrededor que hace que parezca que nunca vaya a pasar nada, queriendo a mi familia como la suya propia. Bendito el día en el que le conocí.

Ayer los médicos dieron una buena noticia, parece que un pulmón empieza a reaccionar. No es para tirar cohetes, pero es una buena noticia. Regresamos entre nieves y carreteras cortadas, pero sin problema. Sufumu nos seguía con nuestra tía y nuestra madre se quedó en Valladolid, no quiere volver hasta que no esté bien. La dejamos en una residencia de monjas, por lo menos no tendrá que dormir en las sillas del hospital y el 29 Sufumu regresará hasta el 10 de enero.

Desde aquí os pido un favor. Cuando Sufu vaya a Valladolid el jueves me gustaría que le llevase a mi madre impresos vuestros comentarios de apoyo. No le he dicho nada de esto a ella, pero sé que le hará mucha ilusión. No se sentirá sola. Ella sigue escribiendo en su libretita y tendrá tiempo de contestaros y con sumo gusto le colgaré en su blog sus respuestas.

Gracias a todos.

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miércoles, diciembre 22, 2004

¿Lejos de la tristeza?

El viernes, después de ir al cementerio, acompañamos a mi madre al recital de poesía. Cuando le tocó su turno, yo estaba nerviosa y emocionada. Empezó a hablar, a presentar su escrito y a leer. Entonces se me puso la carne de gallina. Que maravilla que bien leía, que soltura, que entonación. La ovación de aplausos fue la más intensa de la tarde. Estuve superorgullosa de ella. Me emocioné. Después hubo un pica pica, en el que también estuvo la Dolce (con la lengua fuera de la pateada que se metió pero llegó a tiempo!). Mientras la veía hablar con el resto de participantes tuve la certeza de que mi padre la miraba embelesado y con lagrimillas de emoción en los ojos.

El día del aniversario pasó, menos triste de lo que me pensaba, menos amargo, con menos rabia, valorando una vez más lo que se tiene, prevaleciendo sobre lo que se ha perdido.

El lunes de nuevo una tormenta negra volvió a pasar sobre nuestras cabezas. El hermano de mi madre está ingresado y muy grave. La Sufumu hizo de chófer y se llevó a mi madre y a mi tía a Valladolid. Desde ese día están en el hospital durmiendo en una silla, a la espera de que abra los ojos, a la espera de que la pesadilla acabe, de que vuelva a salir el sol. Los médicos no dan esperanzas, pero tampoco la daban con mi madre. Luchar y no pensar en negativo. No perder la esperanza no es muy difícil cuando se tiene años de experiencia en ello.

Mañana seguramente nos reuniremos con ellas en el hospital. Al mismo tiempo, mi cuñado Q., las llamaba para decirles lo mismo. No serán las primeras navidades que pasamos en un hospital. Ahora sólo queda por resolver qué haremos con Luna, la perrilla inválida de la Norris.

No quería escribir en el blog, porque se supone que es un intento de alejarse de la tristeza, pero últimamente nos ha tomado un apego impresionante la muy petarda. Aunque sea a patadas la echaremos de nuestro lado.

Desde aquí a todos los que pasáis por estas líneas desearos de todo corazón que la tristeza esté bien lejos de vuestras vidas, que vuestros deseos se cumplan, que no dejéis de abrazar, de sonreír de expresar vuestro cariño a quienes queréis, ya los tengáis lejos o cerca.. que prevalezcan y pesen más las cosas buenas que os pasan que las menos buenas. De todo corazón que seáis muy muy felices y que siempre tengáis a vuestro lado, aunque sea a kilómetros de distancia, alguien con quien compartir vuestra felicidad.

Felices fiestas

viernes, diciembre 17, 2004

Hoy...

Hoy tendría que ser un día más, pero para mi no lo es. Me sigue doliendo. Me gustaría borrarlo del calendario, pero si no hubiera sido hoy podría haber sido otro día. Cada día es un aniversario. Todavía no he conseguido evitar que cuando se acerca reviva todo. Intento alejar la tristeza de mi y creo que lo consigo, pero ayer me dolió el alma, me dolió mi madre. No era la misma y la entiendo. Sus ojitos normalmente vivos y optimistas estaban tristes, estaba mustia..

Hoy la veré de nuevo y no quiero que me vea triste, sino contenta, alegre por lo que tengo y no dolorida por lo que perdimos

Por la tarde la han invitado a participar en un recital de poesía. Me alegro que haya coincidido y que sea hoy. Estará distraída preparando sus escritos y mi padre estará también orgulloso de ella. Antes de irnos, mi marido le arregló la impresora (fotocopiadora como ella dice) y se quedó imprimiendo sus cosillas, con el vestido preparado para mañana.

El lunes le llevaré otro ordenador y estamos mirando para que se ponga internet y así podrá visitar las páginas de quienes le dejáis comentarios y poder actualizar más a menudo.

Ya tengo ganas de verla, seguro que lo hace muy bien. “No, si nerviosa no estoy”. Creo que tendré que llevar un babero y unos pantalones anchos, porque fijo que esta tarde me engordaré unos cuantos kilos, que no me vendrán nada mal.

De momento, haciendo caso al maestro Bunbury, intentaré soñar lejos de la tristeza y el dolor, como si no hubiera ocurrido y aún tuviera intacto el corazón.

martes, diciembre 14, 2004

Blanca y radiante... (y II)


Con Samarkanda mi hermosa madre y A. un gran amigo de mi padre (bueno de toda la familia), compañero de cuartel y padrino de Sufumu, que con mucho cariño y orgullo me llevó al altar. Los tres juntitos hicimos el paseillo :)

viernes, diciembre 10, 2004

Cuestión de fe…

Llevo dos noches sin dormir. Bueno para ser más exacta hoy he dormido tres cuartos de hora. Doy vueltas, intento relajarme, leo, intento hacer un puzzle japonés (pero me pican los ojos), veo la serie Sexo en Nueva York, las fajas saunas que anuncian en la Tienda en Casa, las noticias de las cuatro… con la tertulia sobre la Constitución Europea ya no me atreví, aunque igual debería haberlo hecho.

En épocas pasadas de insomnio estaba nerviosa y sabía cuál era el problema que me impedía conciliar el sueño. Me dolía el estómago sólo con pensar en ello, daba vueltas y vueltas y ni siquier me podía imaginar que mi habitación era una lámpara inmensa de lava con globos que fundían la cama, la mesita… Me entraba una rabia enorme por no poder dormir y me levantaba muy cabreada y cansada. Pero no, ahora es calma total. Me da por pensar que de acuerdo, que vale, que no estoy durmiendo, pero estoy en la cama descansando, que dormir a fin de cuentas es tiempo perdido, que cuando me muera ya dormiré todo lo que quiera y como no hay manera de que Morfeo me visite pues aprovecho el tiempo pensando, ¿quizás debería usar el verbo “despilfarrar”?

Esta noche me ha dado por pensar en las decepciones. Recuerdo claramente la primera. Vine corriendo del colegio a casa con el libro de ciencias naturales abierto. Mira mama, aquí está la hidrosfera, la estratosfera, las nubes y sigue para arriba…. ¿¿¿Dónde están los ángeles??? ¿¿¿Y Díos??? ¡Alguien miente en esta historia! También pensé en la conmoción que me causó la idea del infinito. Aquí están los planetas, el sistema solar y otros sistemas solares desperdigados, pero debajo no hay nada. Sólo el infinito. Me costaba imaginar un espacio inacabable, sin una base, suspendido en el aire infinitamente. Pero quién ha recorrido todo el infinito, cómo pueden saber que no se acaba nunca. Cuestión de fe. Seguro que también es cuestión de fe.

Luego cerraba los ojos y me fijaba en la oscuridad. Los abría y veía la oscuridad, otra oscuridad. ¿Estaremos en Matrix? ¿La única realidad verdadera es la realidad de los ojos cerrados? Venga queda una hora intenta dormir, no puedo, venga va relájate, joercio qué difícil. Nada que no hay forma.

Esta noche Sufumu vino a dormir a nuestra casa. Camino del trabajo he llorado de la risa. Hacía tiempo que no me reía tanto. Me dicen que deje de pensar tanto que se me quema el cerebro y que por eso no duermo, que como siga hablando conmigo misma que van a empezar a creer que soy una esquizofrénica, con dos personajitos en la cabeza. Tú lo que tienes que hacer es obedecer a la voz que te dice que duermas y pasar de la otra. Tengo fe en que sólo hayan sido estos dos días y que no se haga crónico. Todo es mucho más sencillo. Sólo es cuestión de fe.

viernes, diciembre 03, 2004

A veces sueño con el (y II)...

continuación...

Cuando llegué a Valencia, aún me duraba la hinchazón de ojos de la llorera de la tarde. Llegué de trabajar, y cabezona de mí, expliqué lo que había pasado y que me iba a Valencia, con J. o sin él y sin saber ni dónde ni cómo. Me daba igual estar en un banco con él en la calle, que en la estación de autobuses. Quería hacer lo que me gustaría que hicieran por mi. No quería que pasara por eso todo solo. La serenidad y templanza de mi Diosa-Madre volvió a funcionar. Fue ella a quien se le ocurrió lo de mi tía y ella misma quien la llamó para explicárselo. Ella misma la que me tranquilizó y me hizo ver que los impulsos están bien, pero hay que estar sereno y ver las opciones antes de lanzarte.

Serían las 3 de la mañana cuando picamos al timbre de mi tía. Nos fuimos a dormir y mañana sería otro día. Me pasé el fin de semana de charla. En realidad yo no hablaba mucho, dejaba que él lo hiciera. Había dos opciones: hablar con sus padres, perdonar, olvidar y esperar a que el tiempo pusiera las cosas en su sitio o que volviese a Barcelona. Habíamos hablado con su ex y nos dijo que podría estar en su casa hasta que encontrara algo, que por eso no sufriera. M. me preguntaba que qué debía hacer. Mi respuesta no ayudaba mucho. Debes hacer lo que creas más conveniente. Hagas lo que hagas te apoyaré, tanto si te quedas como si te vas. Tus padres te han hecho daño, pero son tus padres y pueden cambiar las cosas y en Barcelona tienes muchos amigos. Igual te podría decir ven para Barcelona que tus padres no se lo merecen, pero eres tú, son tus padres y es tu decisión y aunque ahora no te lo parezca igual les echas de menos luego. No le podía decir haz esto o lo otro. No lo consideraba justo.

El fin de semana se acabó y llegó el momento de decidir. ¿Que vas a hacer? Me voy a Barcelona. ¿Estás seguro? Sí. Pues que dios reparta suerte. Carretera y manta amigo y OBK en la radio.

Le acercamos a casa de su ex, una bellísima persona, y estuvimos un buen rato de charla con él. Los días siguientes fueron de movilización. Le miraba hospitales, imprimía currículums, mirábamos pisos… De repente una tarde no viene y otra y otra. Me encontré con una amiga común y me dijo que M. había vuelto a Valencia. Sin decirme nada. Sin despedirse. No se atrevió. Yo no sabía cómo explicar en mi casa lo que había pasado. Ves siempre te pasa lo mismo, te vuelcas con la gente y mira.

Yo estaba dolida. No porque se hubiera ido sin decir nada. No porque se hubiera marchado. Estaba dolida porque él pensó que yo no entendería su marcha, cuando nunca le había dicho haz esto o haz lo otro. Me dolió que no recordara mis palabras en las que le aseguraba que tomase la opción que tomase le apoyaría.

Durante años, recibía cada Navidad su postal, con textos preciosos sobre nuestra amistad que seguía en el cielo y que se la hacían recordar las estrellas. Lo reconozco las esperaba con ansia y tristeza a la vez. Nunca le respondí. No sé a ciencia cierta porqué. Sé que volvió a Barcelona con sus padres, en el pueblo donde mis hermanas tienen el videoclub. Sé que su enfermedad no ha ido a más. Una vez lo vieron de lejos y tenía muy buen aspecto. Una amiga me dijo que quería verme, pero que tenía vergüenza y yo le dije que no la tuviera que no me importaba lo que había pasado, pero no lo hizo y esta vez no quería ser yo la que diera el paso.

Durante estos años de alejamiento, de repente en plena noche me visita a través de los sueños. He soñado con él en varias ocasiones. Siempre es lo mismo, pero en diferentes escenarios. Me lo encuentro y nos damos un enorme abrazo, llorando de alegría.

Hace tiempo que no sueño con él, pero ya no lo digo, porque muchas veces la respuesta de mis interlocutores es la misma. No sé porqué sigues pensando en él. Yo tampoco lo sé o sí, porque me gustaría que la vida le haya tratado y le siga tratando bien.

jueves, diciembre 02, 2004

A veces sueño con él… (I)

Ayer andando camino de casa de mis suegros, por alguno de esos extraños resortes de la memoria, volví a recordarle. Nos conocimos con 13 años y nos hicimos inseparables. Pasábamos horas y horas en su casa, haciendo collages mientras escuchábamos a Enya. Me animaba cuando estaba hundida y al revés. Casi siempre acabábamos riendo. Aunque nos veíamos a diario, nos escribíamos cartas diciendo la suerte que teníamos de ser amigos y lo mucho que nos queríamos. Un verano a la vuelta de sus vacaciones me dijo que tenía que hablar conmigo. Jairaki es algo muy fuerte, venga dime a ver qué puede ser. Pues no sé, M… ¿que has dejado embarazada a tu novia? (en aquel entonces salía con una chica de su pueblo). No, me contestó más fuerte todavía y sin saber porqué le solté. Pues no sé… ¿que eres homosexual? Síiiiii, tía ¿cómo lo has sabido???

Me quedé perpleja. En aquella época era muy diferente a estos tiempos que corren y era como si me hubiera dicho que la NASA le había contratado de astronauta. Si no estabas en el círculo era un mundo que te sonaba a chino, que existía, que lo aceptabas, pero no se veía. No entendía nada , su novia …, aquella chica que le gustaba… y me bombardeaba con información. Sabes éste también lo es, mira que tío más bueno, sabes el cura que da religión también. En unos días ya estaba todo asumido y mi relación con él no cambió. Bueno en algunas cosas sí, como aquella vez que le hice ir al lavabo cuando entraba el chico que me gustaba, para que me dijera cómo la tenía y yo esperando fuera. ¿Qué, cómo la tiene? No he podido mirar me daba vergüenza que se diese cuenta. Sólo he visto negro. Joe to negro, to negro, le decía yo. Con los años acabo saliendo con un joven maestro que vivía solo. Yo era su coartada para su madre. Me iba con él a Barcelona, los tres tomábamos un café, jugábamos al Scrable y me iba a dar vueltas por la ciudad, hasta que nos volvíamos a encontrar para coger el tren. La madre se enteró por una vecina que le había visto con un chico y se trastornó. Su apacible vida en casa, pasó a ser un infierno. A mi su madre me trataba de maravilla. Ayy si la Jairaki te quisiera como novio, con lo guapa y maja que es… En una carta que escribió a un amigo M. le decía que le estaba ayudando mucho, que era como su hermana que no tuvo nunca y su madre interceptó la carta. Entonces su actitud también cambió conmigo. Le hacía auténticas perrerías. Hasta que decidieron que le tenían que alejarle de las malas influencias y se fueron a Valencia, llevándose a su hijo con ellos.

Nuestra amistad continuó. Nos llamábamos y nos mandábamos fax desde nuestros trabajos (internet para la mayoría de mortales no existía). Me llamaba y cuándo estaba mal iba a pasar el fin de semana allí y animarle. Memorables aquellas salidas. Un día me llama llorando al trabajo. Estaba con un chico en Valencia y se había hecho una revisión y era seropositivo. Sus padres le habían echado de casa y no sabía qué hacer. Yo por aquel entonces salía con J y mi padres sabían toda la historia, incluso había pasado unas vacaciones de Semana Santa con todos nosotros en Tarragona. Llegué a mi casa, me preparé la bolsa y llamé a J. si me quería acompañar a Valencia perfecto, si no lo hacía cogería un autobús. Al salir él del trabajo cogimos el coche y nos fuimos hacia allí. Mi madre no quería que estuviera esperando en la calle y llamó a una hermana de mi padre que vivía allí y le explicó lo que pasaba. Ella ofreció su casa y su apoyo que de eso también sabe mucho. De momento ese fin de semana lo pasaríamos todos en su casa.

Cuando llegamos estaba en la calle. No se había atrevido a ir a casa de mi tía y los tres nos dirigimos hacia allí….

martes, noviembre 30, 2004

La princesa valiente…

Este sábado inaugurando el nuevo hogar de un amigo, descubrí una historia de la Norris que desconocía y que me hizo dudar en cambiarle el nombre y ponerle La Novia, al más puro estilo Uma Turman en Kill Bill o mi princesa valiente.

Iba ella con una amiga y con el carro de la compra, cuando dos gamberros se empezaron a meter con ellas. La Norris ni corta ni perezosa agarró el carro de la compra y le metió un carrazo en todo el estómago (el carro todavía estaba vacío, todo hay que decirlo). Empezaron a forcejear, mientras se insultaban y el chaval se metió la mano en la chaqueta y sacó… una PISTOLA!!! La Norris le retorció la mano, mientras le iba atizando patadas y le dijo: CHAVAL, Tú no sabes con quién estás jugando. A la que pudo el chaval puso pies en polvorosa, doblado por el dolor de las patadicas. A la amiga que la acompañaba le costó horas que el color volviera a su cara y le hicieron falta unas cuantas tilas. No supieron si la pistola era de verdad o no y menos mal que no pudieron comprobarlo.

Durante la cena, nos comentaba que por eso para ella fue un trauma cuando una vez, al poco de morir nuestro padre, vinieron a atracar al videoclub. Llamó a la Sufumu toda asustada. “Me acaban de atracar”. “¿Te han hecho daño, estás bien?” “Es que… el chaval sólo medía metro y medio y me ha apuntado con el dedo”.

Ayer camino del supermercado nos demostraba gráficamente con el carro de la compra como fue la embestida y también cómo el chaval del pasamontañas la apuntaba con el dedo para llevarse su botín. Las cuatro hermanas nos desmontábamos de la risa.

Al lado de su hazaña, la detención que hice la semana pasada a una ladrona que había robado a un compañero la cartera de su despacho días atrás, en un descuido, y que volvió a venir por la oficina quedó como pura anécdota. Y es que tiene razón la Sumufu (o Fumuki como la llama mi madre)… no me puede dejar sola. Se va cinco días a San Sebastián y a su vuelta dos muescas en mi cartuchera, el encontronazo con los ciclistas gamberros y la detención y arresto de Marnie, la ladrona.


jueves, noviembre 25, 2004

Platos rotos...

Hoy a la hora de comer he roto un plato y me ha venido a la memoria lo mal que lo pasaba de pequeña. Si por alguna de aquellas patosidades, rompía un vaso o una taza mientras fregaba, el drama posterior era inmediato y tremendo. Unas lágrimassss, un disgusto… Mis padres asustados siempre me preguntaban lo mismo… ¿Te has cortado, te has hecho daño? No, no. ¿Pues entonces porqué lloras? Y yo seguía con mi inconsolable lloro que iba amainando en hipillos. Lloraba porque me sabía muy mal haber roto algo que hace unos momentos estaba íntegro y que ellos habían comprado y ya no volvería a estar allí, en la estantería.

En el colegio, durante una época llevé gafas, y un día el cristal me saltó entero al suelo. Me pasé las dos horas que quedaban de clase llorando. La maestra llamó a mi madre. Ella no hacía nada más que decirme que tranquila que no me iban a reñir. Pero era tal mi disgusto que yo no atinaba a decir que no era por eso por lo que lloraba sino porque las había roto y ellos me las habían comprado y el cristal era mucho más importante que una taza o un plato. Al llegar mi madre, me tranquilizó que lo bueno era que no me hubiera hecho daño, que no pasaba nada, que me comprarían otro cristal… ¿Otro? Pensaba yo. ¿Para qué? ¿para volverlo a romper? Y entonces lloraba más fuerte. La maestra no entendía nada. ¿Pero si no la riñes porqué llora? Nunca jamás me habían reñido por algo que hubiera roto.

Un día, antes de comer, me estaba lavando las manos. Me miraba al espejo y cantaba mientras me enjabonaba. De repente en plena canción la pastilla de jabón salió disparada a la taza del water zassss. Lanzamiento directo. Se mascaba la tragedia. Antes de romper a llorar, pensé que igual podría hacer algo y ni corta ni perezosa metí mi brazo hasta el fondo de la taza.

Tampoco olvidaré la cara que pusieron en mi casa cuando me vieron salir del lavabo toda contenta saltando de alegría… No ha pasado nada!!! He recuperado la pastilla!!!… Con mi brazo en alto y el puño cerrado alrededor de un chorizo y no precisamente de Pamplona.

martes, noviembre 23, 2004

Atropello...

Ayer salía del trabajo y me dirigía a la estación, cabizbajada pensando en lo extraño que se me hace el recorrido sin los comentarios y las risas con Sufumu. Por la acera vi acercarse dos bicis. En cada una de ellas dos ocupantes. Una de ellas venía directamente hacia mí. Tuve el tiempo justo de esquivar el manillar y chocar con la cabeza (hueca) de unos de los conductores. Mi cabreo era impresionante y se acrecentó ante los gritos del gamberro de turno. Nos dijimos de todo y le pegué una patada a la bici, por no dársela a él en las pelotas. La gente salió de un bar cercano y los coches que pasaban se quedaban mirando.

Los otros tres gamberros callaban. El gallito pensaba que por ser una chica me iba a amedrentar y no fue así. No me lié a puñetazos porque perdía el tren, sino acabo en comisaría. Cuando ya me alejaba de ellos, me giré por si el idiota me estaba insultando y me espetó un ¿¡QUÉ!?. Le contesté: Qué de qué chulo de mierda. Ven para aquí si te atreves. Se montaron de nuevo en sus bicis y desaparecieron.

El cabreo me duró un buen rato y sólo conseguí desdibujar las arrugas de la frente ya en casa de mi madre, mientras ella me daba sus papeles con el post suyo de hoy para que se lo picase y me escribía sus respuestas a los comentarios. Sufumu luego al teléfono: “Chukiiiiii que no te puedo dejar solaaaaaa”. También sirvió el paseo con Lara para comprar comida para las perrillas y la cacatúa.

El gamberro gallito tuvo mucha suerte, porque si me llega a pasar hoy con el día que tengo le meto un chupetón en un ojo y le dejo la cabeza más hueca todavía si cabe. Como en su día dijeron uno obreros… me pasaría diez años dándole jostiones y sin aburrirme. Le daría la vuelta a la piel y me haría una chaqueta… Mejor paro que me está invadiendo una vena muy pero que muy sádica. I hate Tuesdays!

jueves, agosto 05, 2004

Cómo decir...

Ayer por la tarde estuve mirando puertas con mi madre. La tengo medio convencida para que se venga a mi casa a pasar unos días. Vino mi amiga de la infancia de París, donde trabaja de enfermera desde hace unos años. Me presentó a su novio francés. Tomando el café vimos dos vídeos del Bunbury. Fue una tarde muy agradable. Ya de noche cuando intentaba colocar un calendario en la web para localizar los post con la amable ayuda de Topopardo, decidí ver las estadísticas de sitemeter. Google trae navegantes aquí que buscan muy diversas cosas y algunos buscan respuestas a preguntas difíciles de resolver. “Cómo hacer para aguantar tanta tristeza” buscaban desde Argentina. Espero que por unos segundos consiguiera alejarse de la tristeza.

Ayer por la noche hubo una que me dejó helada: “Cómo decir a mis hijas que tengo cáncer”. Me vino a la cabeza la imagen de un señor viudo enfrentándose a este duro trance. Igual es una señora. Me quedé triste porque seguramente no encontró la solución a su búsqueda en esta página. Tampoco sé si volverá a intentarlo y volverá a pasar por aquí.

Por si acaso lo haces quiero decirte que no sé cuál es el estado de tu enfermedad, ni las esperanzas que te han dado o quitado los médicos… Sean cuáles sean aférrate a luchar. Mi padre luchó y no pudo hacer nada, pero sé de muchos casos (uno de ellos una compañera de trabajo) que lo pintaban también mal muy mal, sin solución, con una esperanza de semanas. No se rindió y siguió luchando y aquí está dando guerra. No dejes de luchar. Tampoco sé si tus hijas saben que estás enfermo/a. Ni su carácter, ni como se han enfrentado a situaciones de enfermedad, de dolor… Creo que lo más importante es que el tema de decírselo deje de preocuparte. Si te sirve de ayuda una buena forma sería enfocarlo de manera positiva. No centrarse en la enfermedad sino en la lucha que vais a emprender juntos contra ella. No será fácil. Diles que las necesitas y que crees que juntos os costará menos, que tendréis momentos tristes y de bajón, pero cuando uno decaiga otro guerrero tendrá que ayudar a levantar el ánimo a los demás. Nadie sabemos ni somos conscientes de cuanto tiempo nos queda aquí y lo que todos tenemos que tener claro es que hay que aprovechar el minuto, el segundo, que no queden cosas por decir disfrutemos o no de una buena salud.

Igual de poco te han servido estas palabras o igual nunca llegues a leerlas. Si por aquellas casualidades vuelves a pasar por aquí te deseo toda la suerte del mundo y todo el valor que ya veo que tienes. A tus hijas mucha fuerza y mucha suerte también.

miércoles, agosto 04, 2004

Piratas kill the video star…

Hay crisis en el sector del vídeo y ya no es lo que era. Cada vez que tomando un café se acerca el chico con el carrito ofreciendo pelis… tenemos que sujetar a Lara Norris porque se le cambia la cara. “Que tengo un video club, no quiero películas… Uy perdón…”. Y al día siguiente vuelve a preguntar. El chaval memoria lo que se dice memoria no es que tenga mucha o es un aventurero que le gusta jugar a la ruleta rusa. Últimamente casi siempre nos entra la risa. Pensamos en ponernos todos una camiseta con el mismo lema: “No queremos pelis… mira que llamo a la poli”.

Igual es el calor, las vacaciones o la siesta, pero esas tardes en las que no hay mucha afluencia de clientes y estamos la Norris, la Sufumu y una servidora son un peligro. Nos da por pensar y planear… Una vez les dije que tenían que cambiar el negocio. Dinero rápido y sin inversión. Pensé hasta el nombre… “Pajas a mil” (queda mucho mejor que a seis euros). Mira aquí en el mostrador haces dos agujeritos y ale, uno para cada una. No te ven ni la cara. Total que se empezaron a repartir los cargos y desestimé el negocio. La Norris quería cobrar que el dinero no se debe mezclar con otras sustancias. La Sufumu quería atender la recepción y ya me querían hacer a mí responsable de los bajos del mostrador. Ale con dos manos, una para cada agujero. “Mira tía si te da asco, te pones unos guantes y ya está”. Quedó en eso en un proyecto.

La semana pasada teniendo una de esas conversaciones surrealistas que solemos tener, Norris soltó… “si ponemos una webcam en esa esquina y la colgamos en la red creéis que la gente pagaría por escuchar lo que decimos…”. Pagar, pagar lo que se dice pagar no sé, pero escojonarse vivos seguro. A la conclusión que se llegó es que la gente que paga por las webcams quiere algo más que risas, así que tampoco tendría mucho futuro la cosa y luego estaba el inconveniente de que te reconociesen por la calle. Para el segundo problema ya teníamos solución. Cada una nos colocaríamos una careta de un actor o actriz de cine. Media hora más tarde ya teníamos las carátulas seleccionadas. A nuestra amiga C. le pondríamos la cara de Charlice Theron y ahora la llamamos Colesterol.

El primer problema era más difícil de solucionar. Yo me negaba a que me volviese a tocar la peor parte… Así que ya está decidimos que nuestra amiga M. nos solucionaría la papeleta… Cuando no hay gente nos enseña la ropa interior que se compra y baila “a su manera”. Pues nada la colocamos en un sitio estratégico y ale ale a filmar. Entonces vinieron los problemas éticos. Pobrecilla grabarla sin que se entere, cómo sois… endeveee… Es que si se lo decimos no va a quedar natural. Hoy la veré y tantearé el terreno ante posibles demandas… Tú lo del exhibicionismo público… ¿qué tal lo llevas?

martes, agosto 03, 2004

Conversaciones ajenas...

Además de imaginar la vida de las personas que se nos cruzan, Sufumu y una servidora tenemos la costumbre de dejarnos invadir por conversaciones ajenas. Algunas nos hacen reír y tenemos que disimular para que no se note que estamos con la oreja pegada, pero normalmente las conversaciones captadas no es que tengan un volumen bajito precisamente.

Hace unos meses comiendo en una terraza cerca del trabajo, teníamos a dos mesas de nosotras a un señor con un mono azul y otro señor sin mono que estaba tramitando el divorcio del primero. Cuando el del mono se perdió por el interior del bar, sonó el móvil del segundo… piii… piiii… piii….

- Hola que tal!!!! Sí, todo perfecto como siempre… Oye por cierto… te acuerdas del Mercedes aquel de 5 kilos que me iba a comprar… ¿Sí? Pues me he comprado DOS! Uno para mi y otro para la chati… No, esa no… ¿Qué te presente a la mulata? Ni hablar…. Que te conozco…

Las caras nuestras eran un poema… Será fantasmón… Qué tío… Qué asco… Y luego colgó y siguió hablando de cómo iba a dejar sin blanca a la mujer del señor del mono y las estrategias que tenían que seguir.

Durante un tiempo a la Sufu y a mí se nos pegó la coletilla… ¿Oye qué estaba diciendo? Ah, sí, que si te acuerdas del Mercedes que me iba a comprar…

Hoy desayunando a nuestro lado un chico descamisado y su compañero de obra… Pep, el dueño del bar, le ha volcado medio cortado encima. Joeee Pep… Luego le dice al compañero: Ya le vale al Ranger mira como me ha dejado los pantalones y no me da ni una servilleta… Lo difícil era distinguir la mancha del cortado en los pantalones, entre las de yeso y pintura, pero por allí andaba seguramente.

La palma de conversaciones ajenas se la llevan sin duda unos taxistas improvisados en México. Se ofrecieron a llevarnos por un importe acordado de San Juan de Chamula a San Cristóbal de las Casas. Tenían que comprar allí tornillos y así aprovechaban el viaje.

Nosotros ocupamos los asientos traseros y delante, ajenos a nosotros, seguían describiendo una pelea reciente. Sufumu me dejó la pierna morada de pellizcos y casi nos ahogamos aguantándonos las risas. Sus comentarios no tenían desperdicio… Le fui mentando a su madre hasta Comachán… El contraste entre el dulce acento y las barbaridades que iban diciendo enganchaba. Su chingada madre clavada en una verga… A puntito estuvimos de pedir que nos volviesen a llevar a San Juan y otra vez a San Cristóbal y así eternamente.

viernes, julio 30, 2004

Ya pasó, ya pasó...

A media mañana mis jefes me llamaron y me dieron su regalo. Realmente útil y generoso ;). Uno de ellos se asustó por si al casarme dejaba la empresa (igual le han dicho que me caso con un príncipe y bueno también es verdad)... pero no. Me han dicho lo contentos que estaban por mi y me han felicitado.

Al bajar a desayunar he ido a encargar los bocatas variados cortados y las bandejas de dulces a la pastelería donde compro los caramelos y bandejas de bocatas y dulces y me ha atendido la cara perro. Con su mala baba habitual me ha dicho que tengo que dejar una paga y señal. Jamás me la han pedido. Durante los segundos de dudas me repite la borde: que cuánto dejas de paga... He salido un momento para comentar lo flipada que estaba a Sufumu y he vuelto a entrar... Todavía tenía la borde el lápiz en la mano. Me levanta la ceja interrogadora y le digo. No me pongas nada. ¿No quieres bocadillos??? No. He girado y he salido más ancha que alta. Se ha quedado con la boca abierta. Ya me ha visto prou.

Los he encargado en un colmado, he ido a por bebidas, patatas, queso, morros, etc. etc. etc. He cargado con las cinco bolsas. He hecho dos viajes a por las bandejas de bocatas y mientras colocaban la mesa en la sala de juntas.

Mientras momento rabia porque a nadie se le había ocurrido comprar una postal y yo ya tenía preparada una libreta para hacerles firmar. La pobre Sufumu echaba humo. Estaban preparando un fotomontaje y con el mismo disimulo que tenían con las peleas lo mismo para firmar.

Al fin los tenía todos reunidos y venga venga unas palabras... Empiezo con el discurso que más o menos había pensado. Una anécdota de pequeña. Risas generales que rompen el hielo. Y coño que me he derrumbao. Que ha sido decir que no será todo lo alegre que me gustaría y me he puesto a llorar delante de TODA la empresa. No ha moco tendido pero con la voz temblorosa y lagrimas de esas que se escapan. Cuando he recuperado la compostura, he conseguido acabar (dos más lloraban también debía ser por solidaridad o algo). He soltado el comentario medio disculpa exculpatorio del regalo de pelas porque ya llevamos años compartiendo maletas, risitas generales y me dan el paquete que contenía la temida bata...

Lo abro nerviosa y había una bata que no me han dejado desplegar... y un camisón... He dicho gracias, lo he vuelto a meter en la bolsa y he empezado a repartir besos. Gràcies, merci, muaks muaks, chas gracias, gràcies... así hasta que he dado la vuelta a la mesa como los toreros. Me he guardado lo mejorcito para el final y allí estaba Sufumu que se ha emocionado cuando le ha tocado a ella y la he abrazado fuerte y dado un par de collejas en la espalda que se me iba a poner a llorar y yo ya estaba recompuesta.

La postal que me han dado... Es un montaje cutre salchichero de una gorda en un sofá, con delantal y fumando y Jaume sentado soportando mis kilos. De los más malo que he visto en mucho tiempo. En blanco y negro, mala impresión, DinA4, y con las firmas apretujadas de todos y otros que no se habían enterado de la postal y firmaban mientras yo daba la vuelta besuqueril al ruedo.

De la bata y el camisón... menos mal que he llorado en el discurso que sino me ponga allí mismo. Yo pensé bueno igual es sexy de raso y no está mal. Parece una bata de hospital blanca de algodón que se arruga con solo mirarla y el camisón más de lo mismo. Como vestido veraniego no estaría mal. Estoy por ponérmelo el lunes. Me sabe mal porque igual lo han hecho con buena intención, pero cony que es más para una yaya de 70 años!!! Me lo acabo de probar y lo que me temía. El camisón me va enorme y la bata corta de mangas. Perfecta excusa. El lunes mismo les pido el ticket. Si casi no soporto una camiseta para dormir no me veo con eso que me llega a media pierna, con puntillas y lazos. Lo mismo me lo enredo en el cuello y me ahogo.

No ha habido brindis. Porque he empezado a poner copas y la gente ya estaba atacando los bocatas, las tapas y las coca-colas. Así que me he bebido mi copa. He estado un ratito danzando por ahí y me he pirado a fumar con S. y Sufumu a la sala de fumetas. Lo mejor el comentario de un amigo de contabilidad. Oye si no tienes el vestido de novia ponte la bata.

No ha habido fotos y casi mejor porque lo que menos quiero es recordar ese momento. Lo bueno que tiene es que ya pasó. Para acabar de alegrar el día he salido corriendo y mi dentista me ha arreglado una caries y m ha tenido que dormir y todavía no siento media cara, ni el labio, ni la lengua. Igual también me ha dormido el cerebro y por eso me rió cuando miro para atrás y recuerdo este día.

Creo que podría haber sido peor. Los bandos rivales no se han peleado. Se han comportado y no han puesto malas caras y no han llegado a las manos. Espero que a la vuelta de vacaciones ya nadie se acuerde de la famosa bata y el famoso regalo. Buen fin de semana!!!!

jueves, julio 29, 2004

Tradiciones...

En mis primeras navidades en esta empresa, me informaron de que los nuevos cantaban Villancicos antes de dar inicio al aperitivo anual. Ese año la única nueva era yo. No había espacio para el playback. Me entró el pánico escénico. Me fui a mi jefe. “J. por favor dime que no es verdadddd... Yo sola con una pandereta y me muero de la vergüenza, si al menos cantase bien...”. Era cierto, me dijo que tranquila que lo harás muy bien.... Como cantar no iba a cantar (me niego), escribí una poesía cachonda en la que hablaba de mi temblor de ojo (nervios de saturación de curro en aquella época tico tico), de la buena acogida que me habían dado mis compañeros y hasta creo que mencionaba a Bush y Bin Landen y algo de mi zulo (que es así como bauticé a mi despacho), todo ello rematado con un bonito brindis. A una señora de administración hasta se le escaparon las lágrimas y no veas los aplausos... Toda una ovación

Horas antes de mi actuación, mi jefe me veía agobiada y tenía remordimientos. Me confesó que todo era mentira, que nadie había cantado nunca, que se lo había inventado él, que le sabía mal, que si no quería hacerlo que no pasaba nada... “Sí hombre, si me lo llegas a decir hace dos semanas, pero ahora ya tengo la poesía preparada no me viene ya de cuatro ticos ticos más". Así nació la tradicional puesta en escena navideña de los novatos en mi empresa. Ahora por norma los nuevos pringan y cantan vamos que si cantannn...

Otra de las tradiciones es la de hacer regalos ante bodas y nacimientos de la prole y ésta no la parí yo. Cuando me preguntaron que quería o si tenía lista de bodas les dije que no tenía. Después de 7 años de convivencia ya tengo la cafetera, las maletas y la cubertería buena (que casi nunca uso por cierto). Así que les dije que si querían que me dieran el dinero que iban a invertir en un regalo y así participarían en mi viaje de novios. Sería un buen regalo y útil. La que tradicionalmente se encarga de los regalos delegó en C. de redacción.. “Oye te encargas tú que es de tu departamento”. Hasta aquí todo normal.

No sé como, pero se ha iniciado una guerra que no se dan de piños porque se rompen las uñas, pero las flechas van que vuelan. Ahora resulta que una parte de la empresa (creo que son 4 pero hacen mucho ruido) creen que dar dinero es muy barriobajero, cutre y de pobres ¿? Están poniendo a la pobre C. de vuelta y media y ella desesperada me mandó un mail diciendo que se rendía. Me petaba cuando lo leí. “¡Oye que éstas te quieren robar de tu dinero para comprarte un camisón! Pa la mierda de 10 euros que ponemos cada uno, menuda vergüenza. Un camisón y sobre con calderilla. Y encima tienes que pagar el pica pica y el cava. Dios que vergüenza...”. Pero como no todo se puede guardar en secreto otro departamento se ha enterado de que se han gastado 40 euros en el camisón (miedo me da) con el dinero del sobre y se ha liado. Yo flipaba llamadas con nombres en clave que me ha dicho la Bernarda que la Juani y me ha gritado... A todo esto mi hermana indignada porque le podían haber preguntado, “coño que no usa camisón, ni pijama, pero qué les costaba consultar”. Otra parte de la redacción también está a favor de un regalo. Una ha llorado esta mañana, ha jurado no volverse a meter en temas de regalos y ya no se habla con las que eran sus amigas. A otra la ponen a parir y yo allí en medio. Con más trabajo que nunca y haciendo ver que no me entero de nada. “Oye Jaira si mañana me ves con mala cara que no es nada personal, eh...” . Einnnn? ale ale a flipar de nuevo. Creo que ha sido bueno que esté tan hasta las cejas de curre porque sino me lío a espadazos con todo el mundo y les digo que no me caso que ha sido todo una broma jodíos que os lo habéis tragaooo.

Mañana a la una y media es la ¿fiesta? y no veas que dilema. Si pongo cara de que me gusta el camisón... un bando saltará de alegría y el otro me mirará con odio, si pongo cara de que no me gusta lo mismo pero a la inversa y yo no sé poner cara de póquer joercio que soy muy expresiva y se me nota.

El discurso que tenía preparado ya no me sirve. Porque decir que ya sé que les hubiera hecho más ilusión un regalo físico y tradicional, pero que como mi boda no es tradicional que llevamos años compartiendo vajilla y que ellos me acompañarán en el viaje de novios etc. etc. como que no, porque como mucho descontando los bocatas, las patatas, aceitunas, pinchos, pastas, bebidas, café y cava y café, como no me coloque el camisón y pille un billete de metro no voy a llegar más lejos y claro las del camisón pensarán que es recochineo y las otras vitorearan que ves que tenían razón y se acabarán pegando. De la movida se ha enterado hasta el jefe de personal (cotilleo de última hora).

El ambiente se podrá cortar. Yo que quería pasar un rato agradable... Explicarles lo que significa la boda para mi... Brindar por mi nuevo estado... Y se me han quitado las ganas. Me ha llamado Sufumu para preguntarme qué voy a decir mañana. Mira ya lo tengo preparado: ¡¡¡Coger el dinero que ha sobrado, sortear el camisón, cogéis la comida y el cava y os lo metéis todo por el ano. Panda de mamones!!!!! A ver si se cumple el refrán y lo que mal empieza bien acaba, porque si por una cosa tan sencilla como esa se monta la que se ha montado...

Al final obviaré lo de las gracias específicas y serán unas gracias generales, les explicaré lo que significa la boda para mi y punto. He pensado que el dinero que me den en el sobre será la primera aportación conjunta que hagamos J. y una servidora para la cuenta de la Trini. Qué mejor final que intentar salvar a un ángel. Desearme suerte que mañana va a ser un día duro, duro, duro...

miércoles, julio 28, 2004

Y el ojo no para tico tico tico…

Ayer por la mañana J. tuvo un accidente con el coche. No le pasó nada a él, me llamó para que le tranquilizará y lo hice pero no veas como me temblaba el ojo. Pensé que se me salía de la cara. Que temblor dios mío. La mañana de locura. Cursillo y trabajo… para parar un tren. Marrones diversos y el ojo no paraba. De tanto en cuanto Sufumu me hacía reír. Dentista para J. Una hora esperando. El ojo tenía ya vida propia. Había quedado con mi madre para mirar unas puertas y llegamos tarde. Ticoticotittico… Ya estaba cerrada la tienda. Estaba más tranquila que este fin de semana y acabó donde más le gusta estar… en el huerto de mi hermana (Sister C).

Inciso para MH: El orden de las cuatro hermanas es éste:
Sister C (con blog propio desde hace bien poco), Jaira (una servidora), Sufumu y Lara Norris.

Ayer fueron aguas tranquilas y qué mejor que acabar la jornada corriendo por el campo, haciendo carreras contra Luna (Jaira: 3, Luna: 1). Mientras Sufumu, Norris y J. jaleaban y animaban a su favorita… Luna, Luna, Lunaaaaa. Lo malo era cuando se apoderaba ella de la pelota que no había forma humana de que la soltara. Fuerza que tiene la bicharraca.

martes, julio 27, 2004

Azul y negro...

Este fin de semana ha tenido de todo y hasta ahora no he podido escribir, para no ver sólo tristeza y poder pintar matices varios, con la serenidad que da la lejanía, con las reconfortantes voces de que todo está en calma y sin el dolor de estómago que hasta hace poco tenía... aunque el ojo me sigue temblando.

El sábado encontré los tirantes que cuando mi padre estaba en el hospital le compré porque ya no podría llevar cinturón por la bolsa que le pusieron en la primera operación (un ano artificial) en la barriga y otra vez vinieron los recuerdos de esperanza fallida. No los pudo estrenar y allí estaban. Lloré como una niña pequeña y me abracé a mi madre y ella me contaba que no nos podíamos imaginar lo triste que ella estaba y lo muchísimo que lo echaba de menos, el esfuerzo que le suponía reír y las lágrimas que se tragaba. Intenté hacerla comprender que no se lo podía tragar, que petaría por algún lado, que nos tenía que decir cuando se sentía mal y sacarlo fuera. Sigue saltando por cosas que antes no saltaba y sus cambios de humor... Cuando el ambiente está bien todo es genial, pero basta muy poco para que todo se desestabilice... Se pasa muy rápido de los momentos geniales a situaciones raras, a rabia y duele ver que todas las partes tienen sus razones y poder hacer bien poco para que esos momentos malos pasen. Impotencia es la palabra y no creo que exista todavía una potente viagra para el alma.

Luego me leí su libreta y las poesías y escritos que hace y me volvía a entristecer, para luego volver a sonreír al ver el vestido con sus zapatos y todo que le ha hecho a una muñeca de porcelana de cuando ella era pequeña. Ratos buenos, ratos malos y la desagradable sensación de no poder estar cada día con ellas. De no poder hacer un alto en el camino y pasar más fines de semana enteros allí. Mi madre no me lo permitiría... Tú tienes tu vida... me dice siempre. Pero mi vida son ellas. No he conseguido, ni creo que quiera conseguir, hacer caso a la psicóloga e intentar ser feliz por mi propia felicidad. No quiero sencillamente, porque ellas forman parte de mi y si no las veo bien, no estoy bien. Ya lo seré al cien por cien cuando las vea un poco mejor.

Ahora tengo la seguridad de que mi madre tiene una depresión apocalíptica, que necesita ayuda, que nosotras no la podemos ayudar, que tendría que acudir a un profesional, con el que se pudiera desahogar sin temor de ponerle triste, que pudiera sacar la rabia que todavía lleva dentro, la tristeza que no quiere volcar en nosotras. Hablaré con ella cuando estemos a solas, a ver que piensa.

He comido con ellas y era todo un poco tenso. Hace poco he vuelto a hablar con ellas y estaban todas bien. Las oía contentas. Al poco se me ha ido el dolor de estómago, aunque el ojo me sigue temblando.

C., A. y S. qué fuertes son... Cuánto las llego a querer. Mi madre... cuánto dolor son los efectos colaterales de haber querido tanto. Cúanto la quiero.

Entre las buenas noticias de hoy también está el que mi hermana C. se haya lanzado a la blogosfera. Ha sido una sorpresa muy bonita que también me ha alegrado la tarde. Es la mayor y como muy bien dice ella, la más pequeña o la que mejor se conserva (seamos sinceros) que nunca jamás aciertan con el posicionamiento real de edad de las sisters.

Hoy he asistido a un curso de Mac Os X . Mañana acaba, menos mal. Como me siga temblando el ojo voy a tener serios problemas con el profesor. A ver si se va a pensar que le estoy guiñando un ojo, por si las moscas miraré fijamente la pantalla que nos han colocado en la sala de juntas.

viernes, julio 23, 2004

María y Telameto...

Estábamos en el coche y mis hermanas me lo contaron. “Llevamos toda la tarde riendo. Es un juego que hacen los pilotos, para no aburrirse ,en la peli Todas las azafatas van al cielo. Mira mira: María y Telameto van en coche… María va delante y Telameto detrás… Jajajajajaa”. No paraban de reír. ¿Pero no te hace gracia? Pues la verdad es que no, ni pizca. Pero qué rara eres Diosss. Venga prueba tú verás como te ríes… A ver María y Telameto tuvieron un accidente… María sangraba por la mano y Telameto por la oreja. XDDDD. Entonces estallé en carcajadas y es que no es lo mismo que te lo expliquen que inventarte la frase de marras. Nos tiramos dos días que nuestro único tema de conversación era ese. María y Telameto. Luego hicimos versiones diferentes. María y Temeto. María y Temeto fueron a merendar… María comió una manzana y Temeto un pepino XDDDDD. Siempre pasaba lo mismo. Cuando un amigo se unía a la conversación al principio no le hacía gracia pero cuando era su turno… Todo eran atropellos.. Yo, yo tengo uno antes de que se me olvide. Creo que llegamos a inventar unos ciento y pico y llegó un punto que Norris los apuntaba en una libreta y todo y abucheo general para quien repetía alguno o su frase no tenía juego. María y Telameto fueron a comprar… María compró un bikini y Telameto unas bambas… Noooo uuuhhh fueraaaaaaa.

El otro día lo recordábamos pero nos frenamos en seco. Nooo otra vez no, tenemos un fin de semana entero para estar juntas y como entren en acción María y Telameto no nos los quitamos de encima ni con una espátula… Venga va una más la última… María y Telameto cerraron sus blogs… María por falta de tiempo y Telameto por pesao…

jueves, julio 22, 2004

Tristeza Cansancio...

Ha ido todo bien, pero ahora estoy triste. Será el maldito hospital que siempre me deja mal. Ayer por la tarde fui con mi madre andando a comprar y me reí con ella muchísimo. Estuve con mis hermanas y me maraville de la velocidad que Luna pilla con el carro y como ha aprendido a girar sin ayuda y las derrapadas que mete. La tenemos que sujetar para que no se meta debajo de los coches a por gatos y como ahora se sujeta ella sola con las patas delanteras y ya no está tumbada todo el día. Cuando volvíamos Lara Norris dijo: “Hay que ver como somos. Lo que nos faltaba... la perrilla inválida”. Igual estaba destinado, pensamos, de otro modo igual ahora Luna estaría en algún cielo para perros víctima de la inyección de un veterinario y mírala... Igual tenía que pasar y pasarnos a nosotras.

Esta mañana me he llevado una de las alegría del día, cuando mi hermana C. nos ha dicho que también venía al hospital. Cuando se han llevado a mi madre para anestesiarla y nos han dicho que en tres cuartos de hora nos dirían como iba todo, nos hemos ido las cuatro a desayunar. C. ha dicho: “Venga las cuatro cogidas de la mano, que todo saldrá bien” y me he alegrado muchísimo de que estuviéramos las cuatro juntas. Hemos vuelto de desayunar y de dos en dos hemos podido entrar a ver a mi madre. Todavía estaba medio dormida y aturdida y mientras se iba despertando poco a poco, Sufumu y una servidora nos colocábamos a toda prisa el cacharro de auscultar... venga corre antes de que vengan di 33. Venga suelta que me toca... Sufumu que no te oigo. Mama que está no está viva. Se nota en algo que somos sisters porque C. y Norris han hecho exactamente lo mismo. Ganitas nos han quedado de llevarnos el aparato. Pero NO lo hemos hecho que conste!

Finalmente ha venido el médico y nos han dicho que tiene tres ulceras en el intestino que podría ser la causa de su pérdida de sangre que han tomado muestras para hacer biopsia, pero que la unión del intestino de la última operación está muy bien y casi no hay diverticulos. Buenas noticias.

Cuando se ha despertado del todo nos hemos ido para casa las cinco. Mañana J. se irá a Francia todo el fin de semana y yo lo pasaré con mis sisters y mi madre. TODO EL FINDE ENTERITO. Estoy contenta por ella y triste también porque coincide con el cumple de J. pero lo celebraremos por todo lo alto la semana que viene.

Tengo motivos para estar muy feliz, pero igual no es tristeza lo que tengo más bien cansancio y me alegro de no haber roto la promesa que me hice la semana pasada de no pensar en negativo. Ayer recordamos la época que nos dio por los Temeto pero mejor lo posteo mañana que estaré menos cansada.

PD: Zapp no desesperes con la tortuga, verás como de nuevo volverá a ponerse bien. Ánimo!

miércoles, julio 21, 2004

Detalles...

¿Quién me llevará del brazo al altar? Será A., el padrino de Sufumu y compañero de mili e mi padre y más tarde de cuartel. Por él mi padre se hizo bombero. Siempre ha estado en los buenos y en los malos momentos. De hecho pasé temporadas viviendo con ellos cuando era pequeña y mi madre estaba en el hospital. No podían tener hijos, luego tuvieron una niña preciosa. A. me enseñó a hacer barcos y pajaritas de papel. Llenábamos bolsas enteras de barcos. De ellos tengo el primer recuerdo del ratoncito Pérez. Cuando nos reunieron de nuevo a todas, confesaron que se les estaba haciendo muy difícil porque me habían cogido mucho cariño y se les hacía cuesta arriba pensar en el momento en que tuviera que volver a mi casa. Cuando pasó lo de mi padre, él se encargó de todo. Consiguió que trajeran la Genoveva, un coche de bomberos de época del Ayuntamiento, y que sonaran las sirenas. No tuvimos que pensar en nada, lo organizó todo. Llaman a menudo a mi madre y tanto él como su mujer son dos personas maravillosas. En el velatorio salió el tema de mi boda. Yo me fui a un rincón y me vinieron los dos. Si no te quieres casar no lo hagas. Sigue siendo tú misma, pero si algún día decides dar el paso, yo estaré orgulloso de llevarte del brazo. Cuando le dije que nos casábamos y que si me dejaba un abrazo y mucho ánimo para hacer el caminillo se puso muy muy contento. Ahora está nervioso, preguntando cuándo será el ensayo y qué tiene que hacer.

¿Quién nos casará? Nos casamos por la Iglesia y oficiará la ceremonia el cura de bomberos, compañero y amigo de mi padre. Un cura muy especial que ha estado muchos años de misionero y que me gustó el detalle de agradecer en la misa de mi padre la asistencia de los no creyentes a la despedida. Es muy atípico y también muy bueno.

¿Qué me pondré? Ains aquí debo cerrar el pico que como J. pase por aquí, por aquellas casualidades por aquí descubre el pastel. Sólo decir que visitamos (mis sufridas sisters y una servidora) tropecientas tiendas, no sé si me he llegado a probar 60 vestidos y después de cada sesión acababa con unas agujetas tremendas… levanta brazos, agáchate… Vamos que ni gimnasio ni nada. La verdad muchos me quedaban bien, pero no eran el vestido… Yo quería sentir que ese era el vestido y ocurrió. Me lo probé y se me iluminó la cara… Esteeeee.. La Norris lloró de la emoción. Se le cayó una lagrimita… Qué guapaaaaaaaaa…

Más detalles… Uno de los jaleos más importantes es la colocación de los invitados en las mesas. Que esta mesa es de nueve y hay once. Oye pues nada que parezca un accidente y los niños no vienen. ¿El baile? J. no es que sea un bailarín nato y miedo me da el momento. Intento arrastrarle por casa para ensayar pero me pongo a hacer la payasa. Mis hermanas que no me lo tome con cachondeito que hay que dejar el pabellón alto y yo que me parto. Que niña te duermes y tienes que escoger la música. Ya lo tengo claro… me calasteee hondoooo… que tengas suertecitaaaaa… que no niña el Bunbury nooo. Joerrrrr…

martes, julio 20, 2004

Lo venden en Marruecos?...

A los 10 años yo ya lo tenía claro y así se lo dije a mis padres: “Yo no me voy a casar. Yo me juntaré…”. Eran los recién estrenados ochenta y eso no era lo habitual, al menos en mi entorno en aquella época. Mis padres no me dijeron nada. En el instituto seguía pensando lo mismo. Mis amigas no conseguían convencerme. No, no que yo me juntaré, que no me caso. Veía un engorro el disfraz, la pantomima, el papeleo. Creía que existía mucho más compromiso para una pareja el amor, cariño y respeto mutuo que unos papeles que te hacían prometer estar allí en los malos y en los buenos momentos. Veía un aire de responsabilidad y confianza en el arrejuntamiento que no me inspiraba la institución del matrimonio.

Mi padre nunca me dijo que hiciera lo contrario a lo que yo veía justo y cuando llegó el momento convencí a J. y a su familia para un rejuntamiento. Él sí que se quería casar, pero al final no lo hicimos. Jaira winssss. Cuando mi padre estaba en el hospital, decidimos que nos casaríamos en cuantito saliese de allí. Nuestra luna de miel sería una viaje con ellos por Asturias. Cuando hablábamos de la boda a mi padre se le iluminaban los ojos, hacía planes y estaba feliz y contento. Mi madre me decía que aunque nunca me dijese nada, le hacía mucha ilusión llevar a su hija al altar y celebrar la boda. No pudo ser. Después de esto no quería oír hablar de bodas ni en sueños. Sólo con pensar que él no estaría allí con la ilusión que le hacía me ponía triste, muy triste.

Este año daré el paso. Extrañamente a lo que yo pensaba, ni los preparativos ni toda la parafernalia que se tiene que preparar, me están resultando duros. Al contrario, estoy muy tranquila, hasta contenta. Una rara sensación de felicidad que me acompaña en todas las fases de preparación. Me da la sensación de que mi padre me infunde su alegría que no deja que me hunda, ni que me vengan pensamientos tristes. Mi madre está muy contenta, entusiasmada y muchas veces la organización de todo este cotarro la hace evadirse de la tristeza y el dolor. Mi padre no estará, pero sí mi madre y mis hermanas y sé que él también. Aunque no le consiga ver, estará allí.

Estoy disfrutando con las pruebas del vestido, con la elección del menú, he disfrutado con el diseño de las invitaciones y que vendrán de Asturias, de Burgos y hasta mis amigos de Holanda. El hecho de pasar a ser una mujer casada me hace verme como mayor. Le decía a Lara Norris el otro día en el videoclub: “¿Tú me ves casada? Seré como más mayor. Ais nooo seré igual…” Y empecé a saltar detrás del mostrador al ritmo de la música. De nuevo un cliente me pilló in fraganti. Acabé el salto que estaba dando y para no deterneme en seco di botes más pequeños. Cuando se fue me dijo Norris: “Anda, después de tres años es la primera vez que veo sonreír a este socio”.

Una vez que haya dado el paso, igual hasta me atrevo con otro papeleo importante EL CARNÉ DE CONDUCIR… Aunque pensándolo mejor le puedo pedir a
la Teki que me deje su taxi, me dé unas clases prácticas por algún polígono y me voy a Marruecos a comprarlo. ¿Será cierto que lo venden?

viernes, julio 16, 2004

El cartel...

Ayer por la tarde en el videoclub, Norris de repente salió disparada hacia el ordenador. “Venga Sufumu deja de jugar a las cartas que voy a preparar un letrero…Que sí, que lo cuelgo…”. A la entrada tienen una moto de esas en miniatura que pones unas monedas y tu hijo, hija, vecino o sobrino se convierte de repente en Ángel Nieto con cara de velocidad, intermitentes y claxon incluido. También nos sirve a nosotras de asiento cuando salimos a la puerta a cotillear.

Norris está harta de que cuando los niños empiezan a suplicar por subirse en la moto, el adulto en cuestión (normalmente la madre) le diga al niño que la moto no funciona. Siempre lo mismo. Vamos baja que la moto no funciona… Mentiiiiraaaaaa.

“Es que lo cuelgo…yo lo cuelgo”. Y entonces empezamos a desfasar sobre los posibles carteles. La moto sí funciona… tu madre es una rata. La moto sí, funciona…los Reyes son los padres… Norris se quejaba de que tanta mentira a las puertas de su negocio le iba a traer mal fario. Sí, sí, vosotras reír, pero tanto decir que no funciona, uys como se me estropee. Acabamos la tarde haciéndonos fotos con el móvil, poniendo caras raras, ahora las dos juntas, ahora aquí, ahora con este póster… mientras Sufumu seguía dándole que te pego al Carta Blanca.

La risoterapia siempre funciona y a veces cuando menos te lo esperas te entra esa risa tonta que luego te hace sentir tan bien. Mi madre pasó la tarde con mi hermana C. en el huerto que ésta tiene y también vino contenta. Otras risas más durante la cena. Antes de acostarme le pude dar a mi madre los besos de buenas noches y me fui a dormir más feliz que un ocho. Finalmente Sufumu no se separó del ordenador por lo que la tentativa del cartel, quedó en eso… una tentativa.

jueves, julio 15, 2004

Nervios...

Acabo de hablar con mi madre. El próximo día 22 le hacen la colonscopia con anestesia general, porque cuando lo intentaron no pudieron inspeccionarlo bien por las adherencias y lo corto que tiene el intestino.

La prueba se la hacen porque ha perdido sangre últimamente, mucho, y no saben por donde. Ha estado los últimos meses yendo al hospital para que la inyectasen hierro y ahora está más fuerte y los análisis han salido mejor. Pero hay que hacerla...

Desde que pasó lo de Luna no había vuelto a pensar en ello, porque la veía más fuerte y trajinando con la perrilla arriba y abajo no le dábamos vueltas a otra cosa.

Estoy nerviosa y no quiero estarlo. Me voy a agarrar a lo fuerte que está ahora comparada con hace unos meses, a lo que siempre digo que no hay que preocuparse con antelación que no es necesario, a que ella (aparentemente) está tranquila y que dentro de unas horas estaré con ella y además ya tenía previsto dormir allí también.

Tengo que prometerme pensar sólo en lo positivo, en cómo aguantó el día del Fòrum, en lo fuerte que es y en que sólo es una prueba que servirá para tranquilizarnos de que todo va bien. Siempre intento cumplir mis promesas y no va a ser ahora cuando las empiece a romper. Me pongo en ello ahora mismo.

Okupas...

El edificio donde trabajo tiene una terraza encima del ático. Con las obras que hemos estado haciendo últimamente necesitaron subir para mirar algo de un escape de agua. La llave que teníamos no abría. Hacía muchos años que nadie había subido allí. Cerrajero y la sorpresa que se llevaron al encontrarse con una ocupación en toda regla. No nos habíamos dado cuenta. Desde la terraza de otro edificio saltaban y por eso no había tráfico de okupas por la escalera, ni necesitaron forzar la puerta. Luego asociamos el símbolo de grafiti escrito en la portería desde no hace mucho con estos nuevos inquilinos. Una especie de señal para avisar a otros que el edificio está ocupado. Desalojo, supongo que pacífico porque ni nos enteramos, y se cambió la cerradura.

El becario informático -el joven, el real, el que se pone bermudas- ha avisado a Sufumu (la única que tiene la llave) de que mientras desayunaba en el comedor ha oído gritos de una señora que se ha quedado encerrada. Sufumu ha subido no sin antes avisarnos de que si en media hora no bajaba que la fuésemos a buscar. “Venga, mujer de Harrilson que tú puedes. Perdona que no te acompañe pero tengo una reunión con… con… conmigo misma”. Vale llamadme cobarde.

Ya ha bajado y el rescate ha sido del todo surrealista. La señora, que gritaba como una rata, cuándo Sufumu ha abierto la puerta, en lugar de darle las gracias, tirarse a besarle los pies y convertirse en la madrina de los futuros y posibles churumbeles de la Sufu va la bicharraca y pregunta: “¿Y tú quién eres? Sufu taba como indignadilla. He preguntado por su respuesta y me he reído un rato: “Pues quién voy a ser… tu rescatadora ¿y tú quién eres? Yo soy la de las fincas. “Si lo llego a pensar le digo que soy de la policía y que queda detenida…”. Hay que ver cómo está el patio que diga la terraza.

miércoles, julio 14, 2004

Nombres...

Jaira: Oye Norriss, ¿te ayudo con las bolsas?
Hermana A: ¿Porqué me llamas Norris?
Jaira: Recuerdas, antes te llamaba Chuki, de Chuki Chuk y
de Chuk… Chuk Norris, quien pega tortas con la mano
abierta
Hermana A.: Como me vuelvas a llamar Norris te doy un puñetazo
con el puño cerrado
Jaira: Ves, a eso me refiero. Ése es precisamente el espíritu
Norris…


Carreras, intento de alcance de mis posaderas con una patada (sin éxito) al más puro estilo Jackie Chan y he descubierto una nueva forma de hacer rabiar a mi hermana pequeña.

He estado dándole vueltas al nombre y Norris es el del bigotito y los tiros, no el de las tortas con la mano abierta. A ver cómo le digo mañana que su nuevo nombre es Spencer, Bud Spencer. Me pondré calzado cómodo para salir corriendo.

Cuando A. era pequeña en clase un niño llamado R. la tenía martirizada. La había tomado con ella y venía a casa llorando un día sí y otro no. Un día mi padre le dijo: "como vuelvas a venir a casa llorando porque te ha pegado R., te pegaré yo. Si te da, dale". Ella se lo tomó al pie de la letra y una vez en clase R. la insultó. Cuando estaba enfrente de su mesa, ella empujó la mesa contra el niño y el mueble y R. acabaron en el suelo. Cuando por el ruido, se giró la maestra y vio al niño llorando en el suelo con la mesa encima, le preguntó a A. que qué había pasado. “Nada, nada señorita, sólo le he hecho la retrocedida”… Desde ese día R. se convirtió en el mejor amigo de A. se sentaba en su mesa de al lado y siempre jugaban juntos. Creo que ese día nació el espíritu Norris - Spencer – Chan, aunque si mañana le dura mucho el mosqueo la volveré a rebautizar como Lara Croft, mucho más acorde con su físico.

martes, julio 13, 2004

El carro de la compra…

Debía tener unos 8 años. Íbamos los seis de paseo. Nos encontramos con un amigo de mis padres y les comentó que si se habían enterado de una familia en una barriada de al lado que tenían un hijo en la cárcel y que ayer le soltaron y se colgó en la propia casa que lo estaban pasando mal… mientras nosotras jugábamos ajenas a esta conversación.

Por la tarde fuimos a comprar. Compramos mucho más de lo habitual y al llegar a casa descargamos el coche y dejaron la mitad de la compra en él. Con nuestros padres dimos con la casa de esta familia que no conocíamos de nada y nos presentamos allí.

Era una casa antigua de techos enormes, pero recuerdo con mucha nitidez que jamás había visto un lugar tan vacío. Estaban los padres, los abuelos y un montón de niños pequeños alrededor de una estufa de leña. Los únicos muebles que había eran una mesa y sillas de diferentes modelos, una bombilla pelada y un olor cálido nada desagradable, debía ser por la leña. Mis padres les dijeron que se habían enterado de lo que les pasaba y que les llevaban comida por si la necesitaban.

A pesar de que el sueldo de un bombero con cuatro niñas y mi madre sin poder trabajar con sus idas y venidas a hospitales no es que diera para mucho, durante mucho tiempo estuvimos haciendo la compra doble. Íbamos a su casa y descargábamos la leche, las galletas… hasta que se fueron a su pueblo definitivamente.

Nadie sabía que mis padres hacían esto y a nadie se lo contaron nunca. En el funeral de mi padre lo escribí, entre otras cosas, en la carta que leímos.

Mi padre nos decía que no se nos ocurriera casarnos con un negro. Nosotras nos reíamos y le decíamos que no nos podíamos creer que fuera racista y él se reía. Una de las veces que mi madre estaba en el hospital, mi padre no hacía más que preguntar si habíamos acabado de leer las revistas que llevábamos y cuando respondíamos afirmativamente desaparecía con ellas. Un día vino con Fermín a presentárselo a mi madre. Era un guineano que estaba solo y nadie le iba a ver. Era a él a quien llevaba las revistas y con quien pasaba ratos de charla cuando no sabíamos donde se había metido. Pero papa tú no decías que no se nos ocurriera… Pero que tontas sois … ¿os lo creíais?

Fermín estaba ingresado porque le habían operado de un cáncer de colón. En su estancia en el hospital en Guinea gente a su lado se moría por cosas muy sencillas y había conseguido aguantar hasta que le tramitaron su operación en Barcelona. Salió bien de la operación y seguimos en contacto. Venía a comer a casa y nos contaba historias de su país, de lo grande que eran los peces que pescaba y a mi padre le brillaban los ojillos, con lo que le gustaba pescar.

Sus vidas están plagadas de gestos generosos tanto con lo material como con el cariño que siempre han dado. Por eso la rabia de que le tocase a mi padre fue tan grande, Con la de gente mala que hay… pero es ley de vida. Yo me quedo con todo lo que nos dio y me siento afortunada de haber compartido y haber vivido tantos buenos momentos. También me siento muy muy afortunada de poder seguir compartiéndolos con mi madre y mis hermanas y ante cada nueva dificultad siempre pienso en las personas que no tienen este cariño. Se ha de relativizar mucho en esta vida que para dos días que estamos aquí no vale la pena pasar un segundo con el ceño fruncido.

La lavadora...

Mi madre tiene a la venta la autocaravana que tan buenos y tan breves momentos compartió con mi padre. En principio tenía dentro sus cosas de pinturas, sus bordados y hasta quería hacer una exposición dentro, pero cada vez se le hace más difícil estar en ella incluso pasar por delante. Así que colgó un cartel y ha ido corriendo la voz. La verdad es que está muy bien acondicionada, con su aire acondicionado, su lavadora nuevecita, ducha de agua caliente y está muy bien decorada. Da mucha paz cuando entras en ella, aunque claro a nosotras nos duele.

El sábado vino un matrimonio a verla. Eran de algún país del Este. La querían para vivir en ella. Les gustó mucho porque habían visto otras, pero estaban hechas un desastre. Lo que podían dar no era ni la mitad de lo que mi madre había rebajado todo y perdiendo dinero. Ya sabemos como son las pensiones de viudedad en este país y no son como para tirar cohetes y le sabe mal malvender o casi regalar lo que compraron con el dinero de la prejubilación de mi padre. Le daban el coche que tenían a cambio, pero claro mi madre no tiene carné y tampoco le serviría de mucho. Cuando ya salían de la autocaravana, el señor le preguntó a mi madre que por cuánto les podría vender la lavadora. Mi madre se calló durante unos segundos y le respondió que por nada que se la regalaba. El hombre insistió que le pagaba lo que dijera y ante la negativa de mi madre avisó a su mujer. Él trabaja de camarero y ella vende figuritas de cristal. El matrimonio estaba muy contento y se dijeron algo en su idioma. La mujer salió corriendo hacia su coche y vino con tres cajitas que contenían tres figuras de cristal muy bonicas. Una era una bruja de la suerte, otra unos cisnes para la felicidad de la pareja (ésta me la regaló a mí mi madre) y otra para tener suerte en encontrar pareja (ésta se la regaló a mis hermanas).

Mientras cenábamos el domingo y acabó de contar todo lo que había visto en el Fòrum. Me lo contó. “Me es igual que piensen que soy tonta, pero he regalado la lavadora…”

lunes, julio 12, 2004

Fòrum de las culturas...

La persistente lluvia no auguraba un feliz día. Mi madre llegó con el autobús que había puesto el ayuntamiento y yo ya tenía su entrada. Ella y los de la radio donde participa en una tertulia, la alcaldesa y gente del pueblo iban a entregar un talismán en el Fòrum. Quedamos en que nos encontraríamos de nuevo a las dos. Le dejé mi móvil para localizarla por si había problemas, no sin antes cambiar la melodía para que la oyese si sonaba. Venga iros que nos vemos a las dos. No estaba muy convencida de irme, pero ella insistió y estaba con la gente de la radio. Todo iría bien.

J. y una servidora nos perdimos por el recinto. A la una de la tarde me empecé a poner nerviosa. Me entró un pálpito. Quería ver a mi madre. Llamé desde el móvil de J. y lo tenía apagado. ¿Cómo podía ser? Tenía la batería cargada y se lo había dejado encendido. Llamé al teléfono del director del programa de radio y me dijo que la había perdido. Empecé a divisar gorras azules, con el logo del ayuntamiento y ni rastro de ella. Estaba muy nerviosa, entre tanta gente ¿cómo la iba a localizar? Ya estaba a punto de pedir que la llamaran por megafonía, cuando al doblar una esquina la vi como una aparición. Corrí hacía ella y nos fundimos en un abrazo. Ay mama que susto me has dadooo. Había apagado el móvil porque justo cuando la alcaldesa estaba dando su discurso de rigor empezaron a sonar las carcajadas de un chimpancé. Mis hermanas la habían llamado para ver cómo estaba y lo apagó para que no sonara y luego no sabía como encenderlo.

La vi triste y me dio mucha pena. Me dijo que nunca más iría a una excursión que todas iban con sus maridos y que echaba mucho de menos a mi padre, que era la primera vez que iba sin él y que tenía ganas de llorar. Nos volvimos a abrazar. La cogí de la mano y le dije que era normal que estuviera triste y que le echara de menos… No sabía que más decirle… ¿Te ha dado tiempo a ver los guerreros de Xian? No, pues vamos verás que impresionante. Su sonrisilla me iluminó el día a pesar de los nubarrones. En la segunda visita a los guerreros vi unos consoladores con una antigüedad de 200 años AC que se me habían escapado en la primera. Luego de su mano también visitamos la exposición de las esquinas del mundo, vimos a saltimbanquis haciendo acrobacias por la calle, nos asustaron los cañonazos de unos piratas, bailamos al ritmo de unos bailarines indios, una nigeriana nos contó un cuento y ya sabemos porqué las tortugas tienen patchwork en sus caparazones, un marroquí nos maravilló mientras esculpía dibujitos imposibles y minúsculos en una bandeja de plata, comimos una mezcla de platos japonesa, marroquí, libanesa, pasamos un pelín de frío, dimos dos vueltas en el tren que recorría el recinto, tiramos unos bolos, compramos café, chocolate y miel en unas tiendas de comercio justo, vimos como dos ancianos de Tanzania tallaban unas preciosas piezas de ébano, tocamos un sinfín de maracas y hasta un organillo hecho con una lata de sardinas, oímos a una madre palestina como no quería sembrar el odio en sus hijos... y acabamos reventados. Aquella mirada triste no volvió a aparecer en toda la tarde. Sólo hizo un tímido asomo cuando pasamos por el juego de las ranas, que les tiras monedas a la boca y es que mi padre era un fenómeno con el juego. Vi que quería hablar de él y le pregunté si le habría gustado lo que vimos. Fijo que ahora estaría sentado con los tableros retando a las damas. Seguimos caminando y unos juegos hechos todos ellos con objetos reciclados volvieron a engullir la pena de nuevo.

Mientras cenábamos en casa de mi madre, la miraba y estaba contenta. Explicaba todo lo que habíamos visto a mis hermanas y durante la cena me explicó lo que le había pasado con unos posibles compradores de la autocaravana, pero eso será ya para otro día.

viernes, julio 09, 2004

“Ahora con un poco de disimulo… me voy a tomar pol culo…”

“FREAK: (voz i) adj. Y com. Se dice de lo que es extravagante, excéntrico y con valores propios que son distintos de los socialmente establecidos y considerados éstos normalmente marginales: música, vestimenta freak”. Diccionario de la Real Academia Española”

Semanita movida ésta. Ayer estuvimos en un pase privado con pica-pica previo de la peli del Cárdenas: FBI Frikis Buscan incordiar.

Al pase acudió Carmen de Mairena, a quien vi más guapa que en la tele. Agradeció la presencia al público que le permite estar en teatros y hacer bolos. Le dieron unas flores y todos aplaudieron, menos un borrico que pidió que enseñara una teta. Me gustó que todos la trataran con cariño y cada vez que salía en pantalla aplaudían. Momento bueno cuando en la peli ella dijo que era Señorita y en la comisaría se reían (igual que en el cine) y ella soltó: Tú de que te ríes gilipollas! Con tal sequedad que sus palabras atravesaron la pantalla y el cine quedó en silencio. Jijiji me reía yo por lo bajini os ha llamao panda de gilipollas en plena caraaaa!

La peli es para verla en casa (alquilen en su videoclub) porque yo no me gasto más de un euro en ir al cine para eso vamos. Pero pensaba que estaría peor. Me hizo ilusión ver que la playa y mar por donde arrastraron al Paco Porras era la de mi pueblo. Mira, mira, el restaurante La Caleta. No pude evitar reírme cuando salió disparado y casi matan en el agua al vidente verdulero. La risa que por reflejo me entra cuando yo misma me caigo o veo que alguien cae (si no se hace daño, claro está), pero en otros momentos estuve triste. Como cuando ponen a Josmar electrodos en el culo y no para de gritar. Pobretico como se pasan. Pero supongo que a todos ellos les beneficia la peli. Tendrán más bolos y las denuncias y peleas en programas deben ser parte misma de la promoción.

En la última escena tirado en el suelo, el Cárdenas está muy potente, aunque es de esas personas que mejor calladito porque tiene una voz (para mi gusto) horrible.

Y lo mejor de todo la frase que salió de la (boquita iba a decir pero mejor no) garganta de Carmen que encabeza el post de hoy.

La semana no ha acabado y hoy fiesta grande con mi amigo D. y el domingo al Forum con mi madre que para una vez que quiere salir voy a estar la mar de contenta de acompañarla. ¿Sobreviviré hasta el lunes?

jueves, julio 08, 2004

Estratagedias...




(Cortesía fotográfica de Anaïs en el concierto de Salamanca. Anaïs buenísima la foto. Captaste el momento paquete de Sufumu. Chas gracias!!)

Sufumu ha reaccionado. Está empezando a ver el lado erótico festivo de Bunbury. Claro todavía tiene en mente el despliegue pélvico del martes y le he hecho escuchar muchas veces la canción Encadenados. ¿Será verdad lo que dice del ritmo de contención? Oye pues después de leerme el libro que me obligaste a leer (Diván)) como que me gustaría conocer al Bunbu… Muy bien Sufumu vamos por el buen camino. ¿Has pensado algo? Sí, claro. Vale pues bajamos a desayunar y me lo cuentas.

Hemos bajado al bar donde vamos cada día y dónde compartimos acera, una mesa más para aquí una mesa más para allá, con un músico que suele colaborar con él (D.). Lleva unos días que no está, igual ha salido de gira. A lo que íbamos, venga Sufumu cuéntame, qué has pensado.

Mira cuando volvamos a coincidir con D., entramos a pagar y a la salida le pillo el móvil de la mesa y salimos corriendo. Por el camino le miro la agenda y como colabora con el Bunbu en discos y esas cosas seguro que lo tiene. Lo apuntamos y ya está. Ya tenemos el teléfono!!!! Es genial.

A ver Sufumu. Y cuando nos pillen, que a los pocos metros nos pillan fijo, qué le dices… Pues nada que me he confundido con mi móvil que es igual que el suyo. Ya y te has confundido de mesa y has salido corriendo porque querías tener sed, ¿no? Vamos que no te gusta el plan. Pero que plannnnn, niñaa que nos encarcelan. Anda acábate el café y a ver si creas un plan más decente que me veo desayunando en Wad-Ras.

POSTDATA: Gracias Manuel por el enlace con las fotos!! Después de que Sufumu ha visto esta foto: plenitud de Bunbu ... su comentario:

Ufffff es que ves estas cosas y... hay que robar el móvil!!!! Todavía me estoy riendo de la emoción con que lo ha dicho. Revolucionada tengo a mi sister :)

miércoles, julio 07, 2004

Concierto de Bunbury en Barcelona... 6 de julio de 2004

Mi hermana S. (Sufumu a partir de ahora) y una servidora estábamos con una chica de la organización del concierto del maestro Bunbury en la entrada del Palau de la Música. No tenía las entradas. Tras más de siete llamadas por su móvil sacó de un sobre blanco dos entradas. Nada que no aparecen. Mira me dicen que os dé de las que sobran… Perdona... esto que pone S/VISISIÓ quiere decir sin visión (pregunta obvia y de cachondeito)... Sí, más o menos. Si te levantas igual puedes ver algo. Oye que me dijeron que las entradas eran en zona VIP o algo así. Pues es lo que queda. 2º planta fila 5 sin visión….

Salimos a fuera a tomar el aire. La Sufumu que se me quería ir. Oye pues para no ver nada yo pillo el tren. Qué dices loca, antes de irme busco al tipo aquel que compraba entradas y se las vendemos. Joer. Mira me acabo el cigarro y volvemos a entrar, nos ponemos al lado de la chica y hacemos presión psicológica. Yo cada vez que nos miraba pegaba un bufido. Un cuarto de hora y aparece otra chica de la organización con un sobre. Voy directa. Oye no tendrás las entradas de Ya.com?? Síiiiii, aquí están. Casi nos da un infarto. Le devuelvo las que nos habían dado y abrimos el sobre cuando subíamos la escalinata: Platea Fila 7!!!!!!! Ualaaaaaaaa!!!!!!! Nos dirigimos a los lavabos y seguíamos saltando y botando. Yo que había estado apuntito de llorar de ver borrarse el sueño, allí estaba temblando con las entradas. Un chico salió del lavabo y al verme me pidió perdón porque se había equivocado. Vamos que le perdoné si casi le doy dos besos y le informo de que la vida es bella. Contenta estaba yo…

Los de Ya.com tenían razón. Zona VIP (gracias de nuevo!). Al lado de dos de la prensa y controlábamos también la mesa de mezclas y las imágenes de la pantalla que estaba sobre el escenario. Imágenes de Marlon Brandon de jovencito, de esas de la moto ummmm…. Y entró el Huracán ambulante! El maestro iba enfundado en un traje blanco con su corazoncito en la espalda. Empezó el espectáculo. Rescate, la primera canción. Nos comentó que desde el viernes sus conciertos están dedicados a un auténtico rebelde como era Marlon y que ellos en Barcelona estaban siendo teloneros de Bob Dylan sin que éste lo supiera claro está. Siguieron las canciones mezclando temas de su último trabajo (El viaje a ninguna parte), con otros anteriores como Sácame de aquí, Alicia, Me calaste hondo y sublime para mi su versión de El Jinete (es que me encanta esta canción mexicana) y dos de Héroes apuesta por el rock and roll y en brazos de la fiebre.

Hubo tiempo para las adivinanzas… ¿Quién cumple años hoy? Jorge, doble b… Bush (pitidos generales), pero ojito que también los cumple el Dalay Lama y Silvestre Stallones vosotros sabréis a quién rezar… El comentario de un chico de atrás… A NADIEEEE…. Y dedicó a los que habían escogido la opción A la canción Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha… También hubo momentos para un pequeño homenaje al hijo de Copi (a los teclados) que se ve que eso es lo que hacen cuando acaban los conciertos y que la banda tiene muy buenos espermatozoides y que mejor que dedicarle la canción Que tengas suertecita… Iban saliendo fotos del niño en la pantalla, mientras cantaban.

SUFUMU (susurrándome al oído): Oye que si te aburres haz como yo … le miras el paquete…
JAIRA: Andaaa si no lleva calzoncillossssss… ¿pero te estás aburriendo?
SUFUMU: Calla y mira tonta….

Genial, estuvo sencillamente genial. Quitando al borrachuzo que agobiaba a su propia amiga que no sabía cómo quitárselo de encima, la pija con su melena cardada que tenía delante y lo rápido que pasan las horas.

De lo mejorcito las contorsiones del Bunbury… Pelvis adelantada, tronco hacia atrás, y brazos abiertos… pidiendo guerra… provocando lujuria… encendiendo pasiones… Paro, ya paro que a mi lo que me gustan son sus canciones y su forma de pensar y su postura ante el mundo… que la del paquete es Sufumu oiga usted.

martes, julio 06, 2004

Emosiónnnnnn...

Me he escapado a por las entradas que me tocaron en el concurso de ya.com (gracias, gracias, gracias y mil gracias). Yo que no creía en mi suerte ni en los concursos… mira por donde! He estado allí hablando con la taquillera y ella dándome instrucciones. Se me ponían los pelos de punta y me daban unos tirones en el cerebro, se me erizaba la piel y me volvía a arder el cerebro… una cosa más rara. Yo allí casi desmayada, asustada por esas sensaciones extrañas que jamás había sentido. A puntito he estado de pedir una ambulancia. Cuando salgo de la taquilla me sigue doliendo la cabeza, tirones, escalofríos y me toco lo que me queda de cerebro y fiuuuuuu estaba hirviendo. Vamos que no sé como no olía a quemado. Todo ha sido debido a una lamparita que tienen colocada encima de la taquilla (la madre que los parió) que mientras estaba allí me iba achicharrando mi cabecita (o lo que me queda de ella). Para que luego digan que ser alta tiene sus ventajas. Un palmo menos y ni me entero. Medio aturdida he vuelvo de mi escapada y no sé yo si me habré enterado muy bien de lo que me ha dicho, que espero que sí. He mirado por el lateral del Palau y había una puerta abierta y he visto un bafle! Aisss qué emoción y esta emoción no ha estado provocada por ninguna lámpara asesina. Ganitas me han dado de meterme dentro, como haciéndome la despistada.

Y esta noche… el concierto… y mañana os cuento!

Gracias V. Por avisarme del sorteo y gracias de nuevo a Ya.com y a la chica maja que me llamó ayer para decirme qué tenía qué hacer para recogerlas.

Nos vemos en los bares!!!!

lunes, julio 05, 2004

Anís del mono…

Últimamente me están entrando ganas de ser madre. Siempre pensé que ese momento me lo reservaría para cuando tuviese suficiente dinero como para no tener que trabajar, por los menos los años antes de que empezase la escuela. No me quería perder esos años que crecen tanto y tan rápido, pero veo que eso es misión imposible.

Así como mi hermana C. siempre que ve un crío babea y se vuelve loca y pa arriba y pa abajo a mi no me tiraban. Pero no sé que me pasa que si estoy en el videoclub y entra un renacuajo acabo sin pretenderlo jugando a fútbol entre las estanterías. El colmo de la emoción fue el otro día que vino una clienta amiga de mi hermana A. con su bebé. Estaba en el carro mientras ella parloteaba con mi sister. A la niña en cuestión le encanta la música. La radio estaba puesta y ella daba botes al son de los compases. Como que me animé y la empecé a cantar el “Baila morena” la niña botaba y botaba. No sé yo si era para que me callara (ya os dije lo malamente que canto) o porque le gustaba. Pensé venga ahora una de lentas. La primera que se me ocurrió fue la del Rey. “Se muy bien que estoy afueraaaa, pero el día en que yo me muera vas a llorar y lloraaaarrr, llorar y lloraaarrr, dirás que no me quisisssteee pero vas a estar muy triste y así te me vas a quedar. Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la leyyy…”. La niña se me quedó dormida en el carro. Yo casi me pongo a llorar de la emoción. “¡Que la he dormido! ¡La he dormido!! Que te calles que la vas a despertar.

Mis hermanas dicen que el asunto me está empezando a trastornar que no es normal que le diga a J. que nos pongamos el despertador cada tres horas para ir ensayando para cuando nos tengamos que despertar para que coma.

El otro día fui a jugar con mi sobrino de 7 años al parque y eso que llevaba mis sandalias de lentejuelas. Pero allí estaba yo dándole cañardos a la pelota y haciendo paradas que ni el Casillas. Xavi que no puedo que me he hecho sangre en el pie. Que no tengo el calzado adecuado. Mira ves me ha salido una gotita de sangre. A ver a ver.. Bah tieta que no te sale a chorro, sigamos jugando… Los otros niños jugaban entre sí y las madres con las bolsas de la compra charloteaban entre ellas. Que si tengo un hijo o hija quiero jugar con ellos al fútbol, a basket o a la Play y no quedarme con el resto de madres mirando.

En cuestiones de nombres me gusta mucho si sería una niña Anais y si fuera un niño Armand. Tengo que apuntarme en algún sitio donde lo vea a menudo la siguiente anotación: NO HACER CASO A LAS PIRADAS DE MIS HERMANAS…

Sus sugerencias de nombres: si es niña Anais y si es niño Anísdelmono, si es niña Muga y si es niño Sidraelgaitero, si es niña Ballantines y si es niño Jotabé, si es niña Azúcar y si es niño Sacarino…

Todo esto sin contar el expreso deseo de mi madre de tener una nieta llamada Samarcanda. Y ya nos veis a las cuatro diciendo oye pues la tienes tú primera, noo yo nooooo…

viernes, julio 02, 2004

Pasen y beban…

Con los años pierdo aguante al alcohol o quizás ya ni siquiera intento revivir gestas pasadas. No he sido persona de megamelocotones y tampoco he alcanzado nunca el punto de no acordarme de lo que hice, por ejemplo. Si me tengo que quedar con una curda a lo largo de mi vida… me quedo con dos.

Una de ellas fue en Munich. Calor desbordante. Finito fresquito. Manzanilla fresquita. Recogimos el stand y nos dieron las cuatro y las cinco y las seisss. Pues como que ya nos vamos a tomar una cerveza y cenamos. Sólo había tomado el desayuno (potente eso sí). Nos fuimos a cenar a un griego y estaban celebrando una boda. Teníamos que volver media hora más tarde. Para hacer tiempo que mejor que un martini, en un estómago huérfano de alimentos desde hacía demasiadas horas. Antes de cenar un vasito de anís (no sé si era tradición griega o del restaurante). Durante la cena, una botella de vino de aguja por cabeza, más anís al final y carajillo de Baileys...

En el restaurante acabé bailando sirtaki encima de nuestra mesa, con dos clientes griegos del restaurante y un camarero que se apuntó también. Luego seguimos bebiendo por locales. Fuimos a un concierto tipo Fundación Toni Manero y una corista cubana quería sacarme a cantar (vale iba taja pero controlando porque no lo consiguió). Recuerdo la vuelta en taxi al hotel… vomitando por la ventanilla del coche mientras sonaba en la radio.. hotel California y el resto del grupo hasta el taxista cantaban. Dos horitas y teníamos que coger el avión. Creo que no hay nada peor que viajar en avión con resaca. Qué digo resaca… todavía íbamos melocotones.

La otra memorable fue en Madrid. Un cóctel. Una propuesta de seguir la fiesta por los madriles (antes comí un platito de arroz para no maltratar demasiado mi estómago). Concierto en un local. Creo que era un grupo heavy, no recuerdo muy bien. Dos o tres coronitas más. Me llevaron a un sitio muy guapo como una especie de edificio con el restaurante abajo y creo que tenía el techo de cristal. Subías escaleras y había diferentes ambientes. La gente superpitimini tomando sus copas y la pista desierta. Bueno casi. Allí estábamos los tres, patinando, bailando con una alegríaaa…Me acompañaban un chico y una chica de una empresa que también habían sido invitados al sarao aquel. Yo todo el rato decía… pide la de We will rock youuuuu. La habían puesto ya dos veces. Mi amiga se fue al de los discos y se la pidió. Le dijo que ya la había puesto dos veces. Yo vi que me miraban y saludé con la mano como una princesa (una princesa borracha vale). Y la pusieron. Y salté de alegría. Casi como su me hubiera tocado la lotería. Y aplaudía y todo. Y la volví bailar. Le dije a mi amiga que cómo lo había conseguido y se ve que le dijo que la canción era para mi que estaba embarazada y tenía un antojo :O

A las dos horas de acostarme tenía que levantarme y supe realmente lo que era una resaca. Me daba todo vueltas. No encontraba la tarjeta de la habitación… claro me la había dejado puesta por fuera! Tenía que ir a una rueda de prensa. Llamé para que me recordaran dónde era la convocatoria que estaba al final de la Castellana y no encontraba el hotel que me decían de la Plaza Castilla. “¿No te han dicho nada en tu hotel? Se ha anulado”.

Albricias porque hubiera sido capaz de preguntar por las consecuencias para los electricistas de la reproducción de la cría del caracol en cautividad.

jueves, julio 01, 2004

Mal beber...

Imma es bajita y muy delgada. Cuando salíamos de marcha en el grupo nunca bebía alcohol. No era por convicciones religiosas, ni restricciones de salud. Simplemente se conocía y a nada que bebía le sentaba fatal y optó por divertirse con sus zumos y sus locascolas.

Estábamos celebrando en el Instituto el cumple de Guada. En el césped ocultos tras un árbol, haciendo campana de francés. Insistimos, insistimos, insistimos y accedió a tomarse un poquito de cava para brindar. Vamos Inma que por una copita no pasa nada. ¡Qué no! Menudo pelotazo que pilló. Estábamos alucinando. En estas que pasó por delante el profe de francés. Calma Inma estate quieta unos segundos por favor que nos va a oír. Ella se levantó tambaleándose mientras gritó: “¿¿¿El de francés???...” con el brazo en alto. Éste giró su cabeza y se nos quedó mirando. Inma acabó su frase: “¡... que se vaya a la miiiieeeeeerdaaaaaaa!” (con tono de Fernando Fernán Gómez). El profe siguió andando y desapareció por la puerta.

La llevamos a su casa. Se bajó del coche y yo la arrastraba hacia su portal. Que no Inma por aquí. Ella se resistía y me señalaba otro portal. En estas Marcos me grita: “pero que haces pirada que no vive ahí, eso eso tú métela en otro portal” . Hasta que no entró en su casa no nos fuimos. Encima la pobre tenía visita de unos tíos que habían estado en Italia y les traían las fotos del viaje. Ella toda melocotón paseando por el salón con la bufanda del Barça, que le pilló a su hermano, y cantando el himno... "Totttt el caaampppp...". La bronca de su padre fue monumental, una vez que se habían ido los familiares pesados.

Al día siguiente en clase nos dijeron que qué le habíamos hecho al de francés. Sus palabras fueron: “Decid a los que están en el césped que ellos tendrán un examen especial”. Cuando nos lo contaron empezó la retahíla de insultos no reproducibles aquí. “Pa cagarla no nos presentamos” Pero burra de mi me presenté. Además del examen comentario del resto de la clase me puso tres hojas de preguntas gramaticales. Yo sudaba tinta, mi bolígrafo echaba humo y encima se paseaba por delante de mi mesa y me preguntaba que qué tal!!!!!! Yo volvía a mirar mis papeles y le echaba la maldición gitana en voz baja.

El día de los resultados me ve en el pasillo y me dice: "Ei muy bien, lo has hecho muy bien. Lástima que te faltó poco para aprobar, mira un 4,75 un poco más y apruebas". Grrrrrrr. Yo pensaba para mis adentros: oye mamonazo que yo no te mandé a la mierda, pero mira ya puestos te mando ahora a la mieeeerrdaaaaaaaaaa con acento en la í y en la é. Pero no se lo dije. Ni lo revisé.

No se puede generalizar. Existen profesores justos, que haberlos haylos. Me consta.