sábado, mayo 29, 2004

Lejos de la tristeza...

Adopté el nombre de este blog del título de la letra de esta canción Lejos de la tristeza y creo que tenía que haberla puesto en el primer post que hice, pero más vale tarde que al principio

Buen fin de semana!!!

Lejos de la tristeza
(Enrique Bunbury, album Pequeño)

cuando en la mañana me haya ido
no tendrás mío ni un recuerdo
sólo un hueco en la almohada
donde meter tu olvido
nadarás en nombres
y pasarás sobre el mío
como quien anda un camino
tantas veces recorrido

SUEÑA LEJOS DE LA TRISTEZA
SUEÑA LEJOS DEL DOLOR
COMO SI NO HUBIERA OCURRIDO
Y AÚN ESTUVIERA INTACTO TU CORAZÓN

cuando en la mañana me haya ido
ni siquiera pronuncies mi nombre
porque yo nunca estuve aquí
y tú jamás me conociste
nadie que amaste te causó dolor
y ningún hombre te amó demasiado
nadie te alejó del mundo
para tenerte siempre a su lado

SUEÑA LEJOS DE LA TRISTEZA
SUEÑA LEJOS DEL DOLOR
COMO SI NADA HUBIERA OCURRIDO
Y AÚN ESTUVIERA INTACTO TU CORAZÓN

SUEÑA LEJOS DE LA TRISTEZA
SUEÑA LEJOS DEL DOLOR
COMO SI NADA HUBIERA OCURRIDO
Y AÚN TUVIERAS INTACTO EL CORAZÓN

cuando en la mañana me haya ido
no me digas adiós

viernes, mayo 28, 2004

Mi cartera... mi tesoro...

Ayer por fin recuperé mi CARTERA!!!!! Llamé a la policía local. Al decir mi nombre me dijeron: “sí, sí la cartera…” y yo que no soy la cartera, bueno que sí que la quiero recuperar… Total que se presentaron al cabo de diez minutos con ella. :) Yo les esperaba fuera y el agente que conducía, como si fuera suya, la abrió, me cogió el DNI (la había chafardeado a gusto porque fue directito al bolsillo donde estaba) y me dijo que era formalismo que tenía que apuntar mis datos para justificar que me la había devuelto. Me pidió el teléfono, me pidió un autógrafo y la recuperé. Yo les regalé a cada uno de ellos un cuaderno de gastronomía con recetas que les hizo mucha ilusión y mi tesoro volvió a mi. Para información de Ari le diré que como que no eran dobles ni de Olivier Martínez ni de Kenu Revees, no les secuestré ni nada.

Nada más entrar en casa me puse a chafardear a ver qué faltaba y qué habían dejado. Los dos carnés de identidad estaban allí. Tampoco me preguntaron que hacía yo con dos. Ahora decido por la mañana cuál me llevo puesto y el otro lo dejo descansando. Además de tener que decidir qué ropa me pongo, ahora tengo que añadir un par de minutos para decidir éste o el otro, éste o el otro. La tarjeta de crédito seguía allí. Una entrada de cine. Un vale de dos por uno en el Bocata. Un papel con una cuenta de correo que ni me acordaba de haber abierto y su contraseña. Error. Ya la he cambiado y encontré allí un tesoro que pensaba que llevaba guardado en el bolso, pero no, estaba allí. Cuando vi el papelito en cuestión (el de la foto) me puse blanca. Me hubiera dado una pena enorme haberlo perdido. Me lo regaló una compañera del trabajo y amiga y es realmente precioso y para mí de valor incalculable. El valor de la cartera es de unos tres euros al cambio pero me la había comprado el verano pasado en Antigua y le tengo mucho cariño al monederete en cuestión, así que ahora no sé si dejarlo en casa con el DNI en el banquillo o vigilar un poquito más a mi díscolo bolso.

Y hoy he decidido ponerme el DNI del flequillo corto a lo Clara de El Jueves y mañana a ver cómo me levanto y cuál cojo.

jueves, mayo 27, 2004

Va de cejas… vade retro pinzas de depilar…

Comentando que estoy hasta las cejas de curro me he acordado del pequeño desastre del martes. Dicen que las mujeres pueden hacer dos cosas a la vez y que el cerebro de los hombres sólo puede concentrarse en una cosa, y que ellos entienden mejor los planos que ellas, por no se que estructuras del cerebro. Yo siempre he defendido lo de hacer dos y hasta tres cosas a la vez. Que si haces punto, no puedes hablar conmigo MENTIRA! Que si mientras te hablo, no juegues al solitario MENTIRA! Vale que desde el martes ya no pienso del todo lo mismo.

Estaba yo animada hablando con mis hermanas en casa de mi madre, cotilleando, que porque no me gusta hablar pero a ésta quién la para (la lengua) y yo ahí ale ale mientras me depilaba las cejas. Hasta que me di cuenta de lo que me estaba haciendo. Vamos que Marlene Dietrich a mi lado era Grouxo Marx. Ayyy diossss qué hago porque no me voy a dejar una de cada… luego mi hermana me hizo un apaño y la cosa no quedó tan desastrosa, peor lo pasó mi hermana pequeña. Que me la encuentro un día con las manos en la cara y que no había forma humana de que se las separase. Y cuando accedió qué susto mare míaaaaa! Se había hartado de las pinzas y se puso cera que se derritió y cuando tiró se llevó toda la ceja. Qué miedo daba! Parecía que estaba enferma. Reunión de emergencia… Una de mis hermanas quería que se quitara la otra y se las pintara… Sí, anda que si llueve y se me borran… y al final se quedó con el plan B. Tirita y decir que se había dado un golpe hasta que creciera. Desde entonces huye de la cera, pero debería saber que hablar y depilar tampoco son muy buenas compañeras.

Y hoy estaba yo muy gris por la mañana y creía que se me había pinchado el globo y que vaya asquito de día, pero mira unas lecciones rápidas de japonés de Sensei Blin-chan y ha vuelto a salir el sol.

NOTA: Anotar en la agenda: las pequeñas cositas alegres del día, despejan increíblemente lo que nos parecen nubarrones negros y espesos.

NOTA (II): Tener cuidado con al agenda, que luego te llama la policía y te mete un susto.

NOTA (III): No hay nada más bonito que vivir en un pueblo de 2.000 habitantes. Cuando llamé a la policía al móvil (sí, el número es un móvil porque son dos y muchas veces están de ronda) me dijeron que estaban en la carretera y que ya me la acercaban ellos. Luego me llamaron para decirme que por lo menos estarían hasta las 12 de la noche y que me la traen mañana. Qué ricura!!!

NOTA (IV): Gracias Blin

miércoles, mayo 26, 2004

Incertidumbre...

¿“Amor ciego” es de amor? Nooo, es de humor. Ahh. ¿“Las supernenas” es porno? Nooooo, es infantil.
Joeee pues vaya títulos. ¿“El alquimista” de qué es? Trae las etiquetas que ya las coloco yooo grrrrrrr.

Este es un buen truco cuando estoy cansada y no tengo ganas de colocar etiquetas de películas en sus carátulas. Pero ayer tenía la necesidad de ser útil. Así que comenté a mis hermanas que a la próxima persona que entrase sería yo la que recomendaría películas.

Recomiéndame una peli romántica. Ummmmm está tiene buena pinta “Las aventuras de Roco en París” o esta otra “Roco, todo sobre mi p…..” Noooo, que con esas guarras me duerno. ¿Qué tal ésta? Dicen que está bien… Pero… ¿de qué va? umm no lo sé yo me dormí en el cine…

Menos mal que la primera persona que entró fue una amiga que si no definitivamente mi carrera como ayudante del vídeo club se me acaba rápidamente. Estaba un pelín agobiada y se me pasó rápido porque sonó en la radio Noches de Bohemia y automáticamente la amiga indecisa con la película que llevarse y una servidora improvisamos un karaoke. Más fuerte, ponla más fuerte. Con el arte y poderío y la emoción con una escoba para mi y un recogedor para ella ya teníamos hasta micrófonos. Las dos únicas espectadoras de la actuación estaban torcidas de la risa de lo mal que lo hacíamos. Que abras más la bocaaaa. Y era peor. Y tanto se reían y tan emocionadas que estábamos que no nos avisaron de que había una nueva espectadora mirando. Tranquilas que mis hijas hacen lo mismo. Sí, pero tus hijas tienen 4 y 7 años!!!! Bailar lo que se dice bailar lo hacíamos muy bien, pero cantarrrr… Nada, nada que os tenemos que llevar a un karaoke. Ni harta tequila. Bueno vale harta tequila, pues sí. Y se pasó rapidita la tarde.

De vuelta a casa de mi madre comentábamos del apuro que habíamos sacado a dos polacos en la estación de Catalunya que habían perdido sus billetes de avión y nadie hablaba inglés y hasta les acompañé a la comisaría porque como me temía los polis no eran políglotas. Muy educados eso sí, pero en un castellano perfecto. Total que les mediosolucionamos la papeleta a los pobres turistas desamparados.

Por la noche cuando llegué a casa tenía un mensaje en el contestador. La policía de mi pueblo que les llamara. Yo contenta porque había perdido mi monedero hace unas semanas y no quería volver a renovar el DNI. Tenía en este monedero dos DNI. Uno hacía tiempo que lo había perdido y justo cuando me lo volví a hacer apareció. Llevaba los dos conmigo porque depende del día me gustaba más una foto que otra (burrrrraaaaaaa) . Y así me veo otra vez sin papeles. Me fui a dormir muy contenta pensando que la buena obra del mediodía se me había compensando por la noche…

Y esta mañana cuando toda contenta se lo comento a mi hermana me dice: “¿La cartera? Esos te han llamado para que vayas a la mesa electoral en junio” Diossss nooooooooo. No hay justicia. Así que he llamado y hasta dentro de una hora no me sabrán decir si era para una cosa u otra. Que sea la cartera, que sea la cartera….

martes, mayo 25, 2004

Armas de destrucción masiva...

Últimamente me sorprendo yo misma de mis vicios recién adquiridos. Hace dos semanas no soltaba mis agujas de punto ni en el café, ni en el tren, ni casi casi comiendo, para mosqueo constante de mi sufrida hermana acompañante de cafés, trenes y ágapes diversos. Que si un día mete un frenazo el tren y te cargas a alguien, que es de mala educación si te hablo que hagas punto, que como no guardes eso me callo y no vuelvo a decir nada… Para que no se callase aprendí a hacer punto sin mirar y bien mirado en el tren esas dos peazos agujas parecían armas de destrucción masiva… así que me pasé al ganchillo (pelín más discreto).

Ayer coincidimos en el tren tres de las cuatro hermanas y mi hermana mayor también le ha dado fuerte con el ganchillo, tanto que controla la técnica hasta estando de pie con el tren en marcha (una fiera). Pues sacó su ganchillo y entre charla y charla pues oye que no tendrás un ovillo es que tengo el ganchillo pero no tengo lana. Ah pues sí. Pues vale, las dos charra que charra y trinco trinco con las labores. Mi otra hermana nos miraba como diciendo “qué he hecho yo para merecer esto!!” y se me ocurrió que me podía hacer una trenza en el pelo con el ganchillo y allí que se puso y me quedó bien.

Y mientras estaba trinco que trinco enredándome el pelo, por uno de esos resortes que tiene la memoria, me resbalé hasta mis siete años de edad. Recordé el día que en una de esas temporadas que teníamos que pasar las cuatro separadas por estancias prolongadas de mi madre en el hospital y la imposibilidad de que mi padre estuviera pendiente de nosotras, del trabajo y de estar con mi madre, estábamos con abuelos, padrinos, tíos dispersas por la geografía española. En esa ocasión estábamos las tres juntas con mi tía y mi padre nos vino a ver y nos dijo que por la tarde veríamos a mi madre. Entonces no lo sabía pero había salido del coma. Me pasé todo el día con una muñeca colocándole en la cabeza rulos. Los deshacía y volvía a hacer porque no me convencían. Hasta que para mi punto de vista estuvieron perfectos, casi a la hora de salir hacia el hospital. En el autobús iba toda orgullosa con la muñeca para enseñársela a mi madre. Recuerdo que nos pusieron enfrente de una ventana de cristal y teníamos un teléfono con el que podíamos hablar con mi madre. Allí estaba ella al otro lado sonriéndonos y diciéndonos lo guapas que estábamos. Tenía muchos tubos alrededor y la enfermera le aguantaba el teléfono. Cuando mi padre me aupó, recuerdo que le pedí: “rápido rápido papa pásame la muñeca” y la levanté, mostrando orgullosa mi obra de arte. Mi madre me dijo: qué bonita ¿no te ha dado tiempo de sacarle los rulos? En el viaje de vuelta no paraba de darle vueltas a la muñeca. No hay quién entienda a las señoras todo el día con los rulos y la gracia está en quitárselos. No lo entiendo, no lo entiendo… Y ayer estuve a puntito de decirle a mi hermana que me dejará el ganchillo en la cabeza, que me lo llevaba puesto, pero tampoco quería hacer de endesufrir a mi otra hermana que bastante aguanta la pobre! Santa paciencia que tiene conmigo...

lunes, mayo 24, 2004

Que tengas suertecita...

Dos dudas sobre la resaca real. El conde Lequio fue el único descendiente candidato a la sucesión que no fue invitado. ¿Si llegan a pegar un pepinazo y se hubieran cargado a todos los presentes... automáticamente el díscolo conde se hubiera convertido en el rey (de copas)? Si protocolo se hubiera llegado a plantear esta cuestión ...¿le habrían invitado entonces?

Ya tengo en mis manos El viaje a ninguna parte de Bunbury y para empezar la semana os copio la letra de la canción Que tengas suertecita y os la dedico. A todos los que paséis por aquí. Que este lunes sea bien bonito y eso pues que tengáis suertecita...

Que tengas suertecita. (Managua, 25.01.03)

Que tengas suertecita, que te conceda la vida, cada día, lo que mereces. Que no te falte de nada, que no te de la espalda, la esperanza. Que encuentres el buen camino, que sea el tuyo y no el mío y, si es el mismo, enséñamelo. Que no hagas caso de aduladores, que no te fíes de los vencedores, ganando competiciones, elecciones y popularidad. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que no te falte capacidad, para discernir el más acá del confuso más allá, que es realidad aparte. Que no pierdas más el tiempo, que ser el rico del cementerio, no es buen invento y es peor epitafio. Que no te falte esa canción, que repare tu corazón, en el momento peor, que hayas conocido. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita. Que tengas suertecita.

viernes, mayo 21, 2004

El viaje en tren...

Si me tendría que quedar con uno de mis viajes en tren, sin lugar a dudas, me quedaría con un trayecto que hice Algeciras-Córdoba, un viernes de hace muchos años.

Estaba en Algeciras asistiendo a la inauguración de una nueva terminal portuaria. Aproveché para pasar en Córdoba el fin de semana con mis primos a los que no veía desde que éramos pequeños. Localicé mi departamento y me senté enfrente de una chica rubia que ya había ocupado su asiento. Entró un chico de edad incierta aunque igual rondaba los 40.

- ¿Habéis visto a un señor con bigote? ¿Por qué éste es mi vagón verdad? Es que me lleva detenido a Madrid y tengo yo los billetes y no le veo por ninguna parte…

Y efectivamente en nuestro vagón no había entrado nadie. El chico estaba nervioso. Salía, entraba, miraba por la ventana y volvía a salir. El tren estaba a punto de arrancar y apareció el señor con bigote y con una cogorza considerable.

El preso le recriminó su poca seriedad que casi pierde el tren, que si habían quedado a una hora pues que debía estar allí y empezaron a discutir. La chica y yo nos miramos asentimos con la cabeza y, sin decir una palabra en esas ocasiones extrañas que te confirman la existencia de la telepatía, abandonamos el vagón para ir a la cafetería que estaba justo al lado y que estaba desierta.

Una vez allí nos sentamos en la misma mesa y empezamos a comentar la jugada. Pero que alucinante. ¿Será una broma? Madre mía que viaje nos espera. Al poco aparecen los dos compañeros de viaje y nos volvimos a mirar ella y yo como diciendo aissss que se va a notar si nos volvemos a ir al vagón.

La pelea ya se había calmado y el policía descansaba su cabeza en sus propios brazos en la mesa. El preso nos informó que se había escapado de la cárcel y que ellos eran amigos desde pequeños y el policía sabía donde encontrarle y que claro le había localizado y de vuelta a casa. Qué fíjate tú que por la amistad de años que tenían que le podía haber dejado escapar, que él era muy bueno porque otro se habría largado con los billetes y ni siquiera se hubiera preocupado por si perdía el tren, que no tenía que beber tanto que se iba a joder el hígado. Hasta que de tanto largar y largar el policía se enfadó. Le amenazó con ponerle las esposas (que saco y depositó en la mesa) y que se callará de una vez. Él otro que no te pongas así, que no hay para tanto… Y el poli sacó de la bolsa la pistola y le gritó que cerrará el pico. La chica y yo nos quedamos blancas. El detenido le tranquilizó y le convenció para que guardara sus herramientas de faena. Se fueron al vagón. Acto seguido ella y yo comentábamos la jugada y de paso me explicó que iba a comprar a Melilla ropa para la tienda de su jefa en Córdoba y alucinábamos con la situación surrealista. Al cabo volvieron a entrar. Ya se le había pasado bastante la mala leche al poli y esta vez no interrumpía a su detenido. Y le dejó que nos contará que el poli era muy bueno pero que había tenido muy mala suerte. Que cuando por fin había encontrado a la mujer de su vida, una japonesa preciosa, que era feliz con ella y tenían una hijita la mar de guapa, la mujer falleció. Ahora la niña tenía 10 años y a él también le quería. Que no había levantado cabeza desde entonces pero que tenía buen corazón. Que el hecho de que le hubiera arrestado sabía que lo hacía por su bien que no podía pasarse la vida escapando y si cumplía la condena pronto estaría en la calle y entonces iría a comer con el poli y la hija el día que saliera.

Nos quedamos alucinadas y entre historia e historia llegamos a Córdoba. Ellos continuaban en el tren, nos despedimos y el poli me dio una tarjeta por si alguna vez necesitaba a un traductor de japonés. Si no es porque no hace mucho encontré entre mis papeles la tarjeta hubiera pensado que todo fue un sueño y no fue así.

Al llegar a la estación estaban mis primos esperándome y vieron como me despedía del preso y el poli y ya en el andén de mi compañera de desventuras. Les vi fui hacía ellos y siguieron los besos los abrazos y también besé a su vecina que estaba al lado de ellos. Me dice mi primo con la gracia que tiene al hablar:

Jo, prima acabah de llegar y ya conoses a medio Córdoba. Loh del tren, la shica, esa señora…

No, la señora no era su vecina, ni siquiera les conocía, esperaba a alguien en el tren. Pero la mujer me dio los dos besos!!!!

jueves, mayo 20, 2004

Pintor que pintas con amorrrr....

Hoy era uno de esos días que ni fu ni fa. Ni tienes esa euforia que te ataca a días, ni esa mala milk que también se te asoma de improvisto, sin saber porqué y sin motivo aparente, señor juez! Un día gris, ni blanco ni negro. Cero grados ni frío ni calor. Estaba planeando las cosas que tenía que hacer, mirando el techo (qué bien me lo dejó el pintor), rebuscando Cds para ver qué música me pongo (y de paso mirarme en el dorso y menos mal porque tengo la coleta torcida), cuando de repente ha cambiado todo.

Los pintores están atacando el despacho de al lado y son diferentes al que me pintó a mi que venía del seguro del vecino. La pintura del mío no olía y él no silbaba. Pues los de al lado ya me están alegrando el día, porque usan pintura de la que huele J) Cómo me gusta el olor a pintura… y a veces también el de gasolina. Y he pensado ummmm que olorcitoo a pintura. Y cuando el gris del día se empezaba a despejar se ha vuelto blanco total…

El pintor padre (me parece que el joven que le acompaña es su hijo, más que nada porque ayer le llamó papá) ha empezado a silbar fi fiii fiiiii y nada menos que la bienpagá!!!!! Y es que me encantan las coplas y por si fuera poco se ha puesto a cantar y qué bien lo hace!!! Le he dicho a mi hermana que si no viene y me ata a la silla voy a saltar de un momento a otro (otra vez canta… porque tus besos compré) y me voy a poner a cantar con él.. Por un puñao de parné

De repente se calla y yo afino el oído y cuando lo vuelve a hacer sonrío. Se hace de rogar el condenao. Creo que tengo algún mp3 de una versión del Joaquín Sabina. A ver si la encuentro la pongo y así no para de cantar. Las tonterías que te alegran el día, mire usted.

La de María de la O también me gusta mucho a ver si la canta también!!!

miércoles, mayo 19, 2004

Cintas de video...



Ayer me fui al videoclub de mis hermanas a pasar allí la tarde. Una amiga nos dejó su hijo para que se lo cuidáramos un rato y jugué a fútbol, a pilla pilla, con el monopatín y ya con la lengua fuera conseguí que nos comentará quiénes eran los malos y los buenos del póster de la peli de dibujos que está en la pared. Cuando vino la madre del niño nos pusimos a ensayar bailes inventados y nos pilló su marido en pleno apogeo. Menos mal que esta vez no fue un socio, como en otras ocasiones.

Una vez convencí a mi hermana pequeña (la de la foto) a que me hiciera el “remolino” allí mismo. Esto es que te coge de lado por la cintura y te da la voltereta. A mi no me lo había hecho nunca. No sé atrevía porque soy más alta que mi otra hermana y no sabía si podría. Total que la convencí. Y cómo me gustó!!! Vaaaa parecemos de un circo. Venga otra otra otra. Ya cuando iba por la tercera, ella se empezaba a cansar de girarme en el aire. Y la espalda le falló y me soltó en medio de la voltereta y fui a parar de cabeza al mostrador. Fue como en los cómics en cámara lenta. Me quedé allí descuaringada en el suelo medio muerta de risa y de dolor. Ya no lo ha querido volver a hacer :(

En el videoclub además de comentar películas y “qué me aconsejas” y “ya no se hacen pelis de miedo miedo…” … la gente cuenta sus problemas y aconsejas y consuelas y compartes risas y a veces penas. Nunca pensé antes que al alquilar una película las personas se desnudaran tanto como lo hacen y es que creo que en este mundo hace falta mucha comunicación y que la gente no es escuchada lo suficiente.

martes, mayo 18, 2004

La luz, la luz...

En la empresa dónde estoy, también trabaja mi hermana (la tercera, yo soy la segunda) y me gusta mucho hacerla rabiar de vez en cuando. Una de las manías que tenía hasta hace poco era apagar la luz del lavabo cuando estaba ella dentro. Los interruptores van por fuera. Y en cuantito que la veo que se mete ya estoy allí tik tik tik tik. Y ella gritando: vale yaaaa paraaaaaa.

Uno de esos días que no había llegado nadie veo el interruptor encendido y la llamé creí oír un si? y ale allí dale que te pego... tik tik tik tik. Un cuarto de hora después... ya casi me dolía el dedo. Joer cómo tarda. Y entonces la dejé casi dos minutos a oscuras. Oigo el ruido de la cadena y entonces empecé a acelerar. tik tok tik tok. Como en una disco vamos. Ya casi tenía el dedo pegado al interruptor. Y se abre la puerta y yo con el dedo allí enganchado todavía y me quedé con la boca abierta al ver salir del lavabo al gran jefe indio de mi empresa... Que me tenía en muy buena consideración... Y su cara de mala leche se mezcló con una de sorpresa y dijo con una rabia... MUY BONITO JUGANDO CON LA LUZZZZZZ GRRRR y salió disparado a su despacho. Yo me quedé con el deo enganchado al interruptor y con la boca abierta como diez segundos. Vamos que ni en la peor de las pesadillas me imaginaba yo ese final.

Le mandé un mail, pidiendo disculpas que me había confundio con mi hermana y no contestó. Yo ya taba enferma. De repente le veo todo decidido por el pasillo hacia mi despacho y recula. Diosss se lo ha pensado. No me quiere pegar la bronca todavía. Ya que casi había conseguido que me bajará la rojez de la cara y me suena el teléfono. Sala de juntas. Mi jefe que me llama y yo ya buscando una caja donde meter mis cosas como en las pelis americanas. Ya me esperaba el chaparrón. Cuando me había llamado para hablar con un fotógrafo que me quería presentar. aisssss que susto.

Pero lo peor fue que durante todo el rato que duró la reunión yo no podía parar de imaginármelo allí to concentrado apretando y con la luz apagándose y encendiéndose encima de su cabeza. que mal rato por dios que mal rato...

lunes, mayo 17, 2004

Quién dijo miedo...

Recuerdo que la primera peli de miedo que vi fue Drácula. Cuando me fui a dormir pensé que si no fuera por el cine no existiría el miedo porque cómo sino me hubiera enterado de la existencia de Drácula? Y una peli que me impresionó fue la de las vainas que clonaban a personas. Después de verla miraba siempre debajo de la cama a ver si tenía vainas mutantes. Y esa manía me sigue por los hoteles que viajo por trabajo. Nada más llegar siempre miro debajo de la cama, en los armarios, detrás de los cuadros… en uno de mis primeros viajes, en una habitación de un hotel de Bruselas me llevé una sorpresa. Abro la puerta, enciendo la luz y nada más entrar oigo una conversación en el lavabo… Pillé un perchero y pegué una patada a la puerta del baño. Y nada que la persona que hablaba era un altavoz de la tele colocado en el lavabo y al encender las luces la tele también se había encendido. Qué suuuuusto.

Esa misma noche, en ese mismo hotel. Estaba ya dormida y de repente un brazo me cae encima. Plossssss. Cogí la mano del brazo y la lancé lo más lejos que pude. Muerta de miedo y con el corazón a doscientos … encendí la luz. ¿Qué vi? Mi propio brazo y nada más. Se ve que se me había quedado dormido estirado y me cayó encima. No lo noté como mío cuando lo lancé. Lo toqué y estaba totalmente dormido y era ajeno a mi, así que apagué la luz y ni siquiera miré debajo de la cama en busca de otros miembros lanzados por algún descuartizador aficionado...

Tengo ganas de abrazarte...

Necesito abrazar de nuevo a mi padre. Me he releído los deberes que me puso en su día la psico. Tenía que mantener una conversación imaginada con él con preguntas y respuestas. Cuando lo hice parecía que mi padre escribía las respuestas y ahora al releerlo me ha parecido que él me respondía. Ahora me vuelvo a sentir un poco mejor...

Papa tengo ganas de abrazarte, ¿qué puedo hacer?

Abraza a la mama y a tus hermanas.

Pero no es lo mismo. Las abrazo y su abrazo no lo echo de menos porque lo tengo

Recuerda los muchos que nos dimos

Me gustaría que la mama se vendría a casa unos días y las niñas también (pero ellas ya lo hacen).

Convéncela o llévala engañada con alguna excusa de las cortinas que quieres que te las pinte o salir con ella a pintar.

¿La proteges?

Sí claro que sí y a vosotras también.

El otro día soñé contigo y con la mamá que no había pasado nada y hacía algo en un trabajo, no me acuerdo muy bien, y a los dos os gustaba mucho y estabais contentos.

Siempre he estado contento y orgulloso de lo que hacías y lo sabes. De todas vosotras.

La Sky no se separa de la mama.

Lo sé. La está ayudando mucho.

Se me hace muy difícil hacer planes de futuro, en los que tenías que estar tú y no estás.

Ya sabes que soy el que más ganas tenía de estar con vosotras y los planes del restaurante y todos… Vale, de acuerdo, esto es una mierda y porqué nosotros y porqué no puede ser todo como antes. No tengo respuesta para esta pregunta, pero todo lo vivido queda y eso no desaparece.

A veces me gustaría tomar un tren sin saber a donde va y desaparecer. El otro día fuimos al cementerio y a comprar. Íbamos las cuatro juntas y le decía a la Cristina no pares pilla la autopista y desaparecemos. Venga hasta donde lleguemos sin mirar atrás. Claro que faltaba también el Jaume en el coche.

No es forma de afrontar la vida. Eso no deja de ser una huida, hacia delante pero una huida.

El otro día estaba hablando de ti con una amiga y me dijo que por lo que le contaba me parezco mucho a ti. El sentido del humor, las salidas… Me puse tan tan contenta.



Papa estoy triste

Yo también hija mía, yo también.

No veas como pinta la mama. Dice que no le sale muy bien tu cara, pero cada día mejora más.

Me gusta mucho el del hórreo y el de la casa de Valera.

Si conocieras a Pedro, el nuevo novio de Montse, te lo hubieras pasado muy bien, le gusta mucho hablar, como a ti, y la pesca. Igual convencemos a la mama para ir un día.

Sí. Me gustaría poder estar allí.

Me parece que todo esto es irreal y que me despertaré algún día y todo será normal y jugaremos al remigio y nos reiremos.

A mi me gustaría más que a nadie pero creo que no puede ser.

Es injusto que pasa con el restaurante que teníamos que poner, con tantas cosas pendientes. Me preocupo mucho por las niñas... A veces no puedo dormir

Saldrán adelante. No hay que rendirse. Hay que animarlas y que no se lo trague todo la A..

A veces pienso que no puedo con todo. Que no hay mañana. Estoy cansada.

Pasará todo pasa. Tienes que ser fuerte. Recordar los buenos momentos. Vivir los que te pasen ahora. Pensar en positivo. Reírte reírte mucho y de todo. Hasta que llores de risa como hacía yo. Siempre hay algún motivo para reír. Sólo se trata de encontrarlo.

A veces es fácil y tienes razón sienta muy bien. Hace tiempo que no sueño contigo y lo hecho de menos. A ver si puedes hacer algo.

Lo intentaré.

domingo, mayo 16, 2004

Que se callen las gallinas...

La mañana de este domingo era de las que me suelen gustar. Soleadas con aire y hasta se oían pájaros cantando. Todo perfecto. Allí estaba yo en mi tumbona, leyendo, toda relajadita, hasta que aparecieron dos aves gallináceas y se pusieron a cacarear. Una de ellas, de hecho a la única que se escuchaba, contaba los experimentos de su grupo de investigación sobre pacientes con artrosis y la incidencia de cáncer en ellos y no sé que de un seguro de 30 millones que los pacientes o conejillos de indias tenían derecho a reclamar. A la otra ni se la oía. Igual intentaba colgarse de un pino o desaparecer por obra de arte. La gallina cacareadora hablaba en ese tono que tienen algunas personas a las que sólo les gusta oírse a sí mismas. Y cómo gritaba la condenada... Estaban demasiado lejos como para ponerme a regar los setos y a golpe de manguera expulsar a las marujas. Cada vez me estaban poniendo de peor leche. Grrrrrrrr. Un par de shhccchiisssss pero nada con el volumen de la señora fijo que ni me oyeron y se lo hubieran hecho no se hubieran dado por aludidas... con lo interesante que era la conversación, fíjate tú. Así que decidí atacar con la música. Una búsqueda rápida. Algo tenía de Extremoduro pero era en mp3 y no daba con el CD. Rápido piensa rápido o salgo con la escoba y acabo en comisaría. Vamos a ver. Marylin Manson... fijo que no entendían las letras, Christian Death? ... un sacrilegio poner esa música de día... piensa piensa... y en mis manos tenía la solución Mano Negra!!! Este CD me podía servir ... salían varios gritos de mamón joputa cabrón... Fijo que las espantaba y ale a toda pastilla... to pa dentro... una caladita másssssss. Al rato ya no las oía. Qué maravilla. Sólo oía a Manu... quién a hierro mataaa a hierrooo terminaaaaa. Decidí inspeccionar el terreno para ver si quedaba algo de las gallinas por allí y ni rastro!!! Jairaki winssssss.

Luego pensé que lo que tenía que haber hecho era haber llamado a mi madre y con el teléfono en mano y con el volumen lo suficientemente alto para que la pareja me pudiera oír...

- Hola mamaaaaa, qué tal
- Bien yo bien, pero ya sabes lo duro que es ser puta y la de competencia desleal que tenemos últimamente... Sí. sí no te lo vas a creer pero ha venido a pedir trabajo a la agencia una investigadora científica...

Fijo que también hubiera funcionado... pero claro mi madre se hubiera llevado un buen susto.

viernes, mayo 14, 2004

Sin vergüenza...

Todo se me ocurrió una vez que iba camino de la consulta de la psicóloga, al pasar por una zapatería de ésas que te da la sensación de que para entrar te tienen que abrir con un timbre como en las joyerías. Me imaginé entrando y dirigiéndome a la impecable dependienta.

Yo: Buenos tardes. Me pone una Mac Burguer y una coca-Cola.
Dependienta: … perdona… esto no es un Mac Donalds…
Yo: Uisss perdón… qué despiste… pues me pones una Burguer King y una Pepsi.

¿Qué cara hubiera puesto?

Me gustó tanto la idea que la quise llevar a la práctica. Se lo comenté a mis hermanas y unos amigos. Para hacerlo necesitaba que alguna de ellas me acompañara (como testigo) que luego sino no se lo creerían. Se negaron. Qué vergüenza. Estás pirada. Casi tenía a una de ellas convencida y hasta quería decir una frase: “… y un sandy”. Pero se rajó. De tanto en cuanto vuelvo a insistir en el tema.

Una de esas noches que después de cenar en casa de mi madre vamos a hacer el café una amiga me pidió que le sacara un paquete de Camel de la máquina. Cogí las monedas, atravesé el bar y me dirigí a las máquinas. “Oye, que no tienen Camel… sólo cerezas, melones y dólares qué te cojo” dije desde allí mirando fijamente la máquina tragaperras. Sus caras fueron impagables. El bar se quedó en silencio y desde la mesa donde estábamos me miraban como si definitivamente me hubiese vuelto loca. Mi hermana pequeña reaccionó. Se levantó y me dijo pero esto es la máquina tragaperras. Estás bien? Empecé a reírme (y todavía parecía más loca todavía) entre risas les pude decir que era un ensayo general para la zapatería. Aisss que susto se llevaron. Lástima de cámara oculta. Se pensaban que me iba bien la psico y que la fase de la depre de dejarme el dinero en los cajeros, coger trenes equivocadas y otros despistes ya los había superado. Y luego no paramos de reír. La zapatería sigue siendo mi asignatura pendiente.

(PD: Anda pasen y lean el libro por capítulos que publica Len-Tao que ya se le está poniendo cara de Paco Umbral y la historia no tiene desperdicio… intriga rulezzzzzzz).

ESTADO DEL CLUB ANTICAMBIO DE HORARIO

Miembros honoríficos: Victor Flyte, Lemon Boy, Len-Tao, Álex y Jairaki

Tienen la suerte de no llevar reloj: Guasabi e Iván

En contra de los mirones: Unam Yang

Se resisten a cambiar: Not a pretty girl y Monty

Opositando para Sexto Miembro: Ari28

jueves, mayo 13, 2004

El Club Anticambio de Horario...

Desde hace años, mi reloj siempre marca la hora de verano estemos en la época que estemos. Me da mucha rabia cuando en otoño cambian la hora y los días se hacen más cortos. Un buen día decidí no cambiarla. Sólo me cuesta dos días de adaptación y al tercero cuando miro el reloj automáticamente sé la hora que es sin pensar en una hora más o menos. El despertador sí que lo cambio por si aca. Es un club que he formado y soy su único miembro.

Una vez en el andén del metro (esta vez no era un tren) un señor me miró el reloj y salió disparado. Salí detrás de él para decirle que no era la hora que mi reloj marcaba, pero no le alcancé. Pobretico.

MIEMBROS HONORARIOS DEL CLUB (si te apuntas hoy serás honorario y tendrás un descuento de cinco minutos gratis en el paraíso):

VICTOR FLYTE
LEMON BOY
LEN-TAO
ALEX
JAIRAKI
( semos cinco y bla bla bla te la hinco XDDDD)

miércoles, mayo 12, 2004

Mi vida sin él...

BUENO BUENÍSIMO, amable, luchador, optimista, guapo, inteligente, divertido, le vi llorar de risa y también de rabia, el mejor padre que se puede tener. Sus amores: mi madre y sus hijas. Cabo de bomberos de Barcelona. Cuando mi madre pasaba temporadas de meses en el hospital peleando y luchando por seguir adelante, ahí estaba él luchando y peleando por sus hijas. Cuando mi madre dio a luz a mi hermana pequeña (la cuarta) la comadrona le preguntó si era la primera niña que tenía porque nunca había visto a un padre tan contento. Mi padre le dijo que no, que que va que era la cuarta, pero que bonita era y que los niños ya los traeríamos nosotras. Siempre decía en el tendedero de mi casa hay braga, braga, braga, braga, braga y calzoncillo! Hasta Sky su perrilla era del sexo femenino. En las temporadas que mi madre se encontraba un poco mejor, daba igual la época que fuera, nos íbamos los seis de vacaciones. Dejábamos el cole y a vivir aventuras.

Cuando cumplió 60 años decidió jubilarse anticipadamente porque mi madre estaba mejor. Se compraron una autocaravana y a recorrer la península ellos solos, como un par de jovenzuelos. Estuvieron unos meses recorriendo pueblos y de todo ello tenemos detalle por el diario de a bordo que mi madre escribía. Nos iban llamando y les reñíamos cuando pasaban dos o tres días sin llamar. Una vez estuvimos a punto de movilizar a la policía cuando en Asturias no daban señales. Falsa alama, pero se llevaron una bronca. Mi padre se empezó a encontrar mal y regresaron. Unos análisis. Mi padre me decía ya verás como tengo cáncer. “Papa no digas tonterías” y para quitarle esas paranoias me adelanté y fui a buscar los resultados, para que dejara de decir esas cosas. Me llamaba al trabajo y me decía: qué cómo está mi cáncer. Grrrr me enfadaba con él. No me creía cuando le decía que iba a recogerlos al salir. Se pensaba que ya los tenía. Los fui a recoger. “adenocarcinoma infiltrado”. Me fui al trabajo y lo falsifiqué. Llamé a mi madre para decírselo y que no me podía pasar por casa que era muy tarde que tenía que asimilar muchas cosas y que mi padre me lo iba a notar. Menos mal que ya se había dormido. Empezó el trajín de adelantar visitas y decidimos no decírselo. Pensábamos que así lucharía, porque él siempre decía que de eso no se salvaba nadie. Le ingresaron y luchó como un valiente, bromeando siempre, con su sonrisa, hasta cuando casi nadie más que nosotras entendía bien lo que decía. Nunca olvidaré un día que estábamos los dos sólos en la habitación y se me quedó mirando y me dijo: “no me quiero morir”. Nos abrazamos y lloramos como dos niños, mi madre entro en ese momento y se unió al abrazo. Cuando los médicos pasaban por la mañana y nos decían que no se podía hacer nada, no les quería creer. Pensaba que el milagro de mi madre se repetiría, que tenía ganas de vivir, que lo superaría. Dos meses y… vacío en el alma. Qué rabia dentro de nosotras PORQUÉ. Qué injusto. El tiempo no cura nada pero a mi me ayudó mucho una psicóloga y unas pastillas antidepresivas y resurgimos de las cenizas. Intentamos no pensar en justo-injusto sino en lo afortunadas que somos por tenernos a mis hermanas y a mi madre, a valorar cada segundo como si fuera el último. A veces pienso que pensar que después de la vida hay algo es sentirnos superiores a las piedras o cualquier ejemplar de la naturaleza, pero igual que un bote de colonia destapado desaparece y sigue su olor en la habitación… mi padre está siempre con nosotras. En nuestro corazón y a nuestro lado.

Hubo una época que mi padre cuando cogía el tren iba jugando con una máquina de tetrix. Él se montaba en Sants y yo en Plaza Catalunya y para guardarme el sitio colocaba la maquineta en el asiento de enfrente… “Papaaaa que un día te la chafan…”

Mi vida con ella...

Una vez quise expresar con palabras lo mucho que la quería. Y pensé y pensé y decidí no pensar, sólo sentir, y sentí que la quería tanto tanto que no me cabía en el corazón, que me lo rebasaba. Y así se lo dije. Y sus ojos me sonrieron y me abrazó.

Mi madre es para mi la mujer más especial sobre la tierra, más fuerte, más valiente y más buena que he conocido jamás. Somos cuatro hermanas y cuando yo tenía 6 años empezó la pesadilla. Una gangrena gaseosa en el estómago. Sobrevivió, milagrosamente según nos decían los médicos, y de hecho todavía la llaman el milagrito, estuvo en coma mucho tiempo y los médicos nos dijeron que se moría que no se podía hacer nada. De hecho estuvo clínicamente muerta y tuvo esa experiencia que relata mucha gente de felicidad absoluta, de no importarle nada, ni pensar en sus cuatro hijas o en su marido, sólo en los colores tan bellos que veía en la habitación gris del hospital, la luz potente que venía hacia ella. Cuando todavía era una niña, me encontraba muchas veces a mi hermana mayor llorando. Me decía que tenía miedo a morirse, y yo la tranquilizaba diciendo que no se tenía que preocupar, que la mama lo sabía, que veías colores bonitos y no te acordabas de nadie. Desde entonces nunca he tenido miedo a la muerte, al menos a la mía, aunque sí al dolor.

Durante todos estos años ha pasado por muchísimas operaciones, cada vez cortando intestino, cada vez saliendo adelante. A veces me cuesta contar las ocasiones que se ha saltado a la torera las leyes de la ciencia, que cuando los médicos decían que no saldría adelante por las complicaciones que tenía que cada vez eran mayores, incomprensiblemente lo hacía. Aguantaba y aguanta como una jabata el dolor. Además se preocupa como nadie por quiénes la rodean anteponiendo muchas veces la felicidad de los demás a la suya propia. Siento un orgullo y una alegría tan grande de ser su hija.

Pero estoy contenta porque ella sabe lo mucho que la quiero, que la queremos las cuatro, porque se lo decimos constantemente. De hecho un poquito más tarde la llamaré para decírselo también por teléfono que hace días que no la llamo para eso. De siempre he capitaneado una causa, a veces pérdida, de intentar que la gente se diga más que se quiere, que nunca queden cosas por decir. No me sirve el “si ya lo sabe, aunque no se lo diga”, “nunca lo he hecho, pensará que me he vuelto loc@” Confirmar con palabras lo que sientes por una persona va muy bien para las dos partes y es más fácil de lo que parece. Igual para mi me ha resultado más sencillo porque siempre he tenido una espada de Damocles colgando de la cabeza, lo cerca que he estado muchas veces de perderla. Tampoco me sirve el “amaos los unos a los otros” porque hay gente que no se merece ser depositaria de nuestro amor, creo más en "si amas realmente, dilo" .

Uiissss todavía no he hablado de trenes??? Pues nada que cuando éramos pequeñas y viajábamos los seis en el tren para ir a Barcelona, mis hermanas y yo cantábamos canciones y es que entonces se podía fumar en los vagones y no había hilo musical. “Todos, todos me miran maaalll, salvo los ciegos es naaaatuuuraaalll, a la gente le gusta que…”

martes, mayo 11, 2004

Vida perra...

Ayer, en mi bisemanal viaje al paraíso (compartir tarde y cena con mi madre y mis hermanas), dos malas pécoras intentaban subir a un perrillo al tren. El pobre no quería, pero para bajar.... ni un problema. Cuando bajamos de la estación le comento a mi hermana: Has oído? Me dan ganas de llamar a la poli y que las detengan. El perro ha bajado a toda pastilla y casi tira a la mala pécora y ella le ha dicho "culo mierdaaaaa que casi me tiras". Mi hermana salta con voz bastante alta: quiénnnn??? la morena ésa que es más basta que un araooooo??? y respondo: Yesss, justo ésa que está detrás tuyo! Fijo fijo que lo oyeron pero no dijeron ni mu y que hubieran dicho algo, vamos. Lástima que no la tiró.

El café postcena transcurrió entre consejos a un amigo para que consiguiera rebajar el precio de un piso que está a punto de comprarse y la idea que en la fiesta de inauguración incluyera una lista de independencia. Vamos, que a ver si los que no se van a casar no van a tener derecho a esos regalitos que vienen tan bien para empezar a transformar las paredes en un cálido hogar...

lunes, mayo 10, 2004

Un tipo duro...

En el tren a dos asientos del mío el doble del actor Luis Tosar ("Te doy mis ojos") y mi manía de imaginar vidas de desconocidos. Tendrá una voz fuerte, mucho carácter pero ramalazos de buen corazón, no tiene muchos amigos y odia los gatos.

De repente le suena el móvil y responde con una de los voces más dulces que he oido jamás. Y dice: "Pero ¿no se habrá disgustado?". Mi imaginación no le hubiese puesto nunca el término "disgustar" en sus labios. Me giré para volverle a mirar y estaba dibujando en una libreta con boli. Creí reconocer mi perfil pero no me atreví a mirar más. Hasta dos paradas después y entonces vi como con maestría ya estaba acabando en otra hoja a un anciano con gorra que estaba en el vagón. Me dieron ganas de decirle. Ni una, no he acertado ni una! Pero me dio vergüenza y ya había llegado a mi final de trayecto.