domingo, enero 29, 2012

Robo...

Al cumplir los 18 años, una de las primeras cosas que recuerdo haber hecho fue hacerme donante de ojos. Ese mismo día me robaron la cartera, con el flamante carnet de donante dentro. Igual fue una premonición.

Muchos años después, volví a acordarme del robo y del desaparecido carnet, cuando me dieron la mala noticia de mis quistes en la retina. Ya daba igual llevar o no conmigo el carnet de nada serviría, pero en alguna oficina estarían mis datos y sería un mal trago para mi familia que cuando hubiese estirado la patica viniesen a buscar mis ojos y tenerles que decir que esos ojos no servían, que ya no veían. Pero no es verdad. En una de las visitas a mi médico se lo pregunté y en verdad sí que valdrán. Si cuando me llegue la hora, mi retina estuviese tan degenerada que no me permitiese ver nada lo que se aprovecha es la córnea y esos ojos inútiles para mi todavía podrían dar vista a una persona o a dos. Me alegré ante la perspectiva de dar luz a alguien y también de no tener que hacer papeleos para cancelar la donación y dejar las cosas como estaban. Donante.

Aunque tal y como están las investigaciones sobre células madre y los resultados positivos que han publicado esta semana es también muy probable que consigan frenar la distrofia y pueda acabar mis días viendo. Modo esperanza ON.

sábado, enero 28, 2012

Amistades peligrosas...

Confiaba ciegamente en las personas que se cruzaban en mi camino. Acababa siempre dándolo todo: tiempo, energía, consejos y abrazos, anteponiendo muchas veces sus necesidades a las mías. Era mi particular concepto de la amistad. Las hostias me aclararon la visión. Desengaños, desilusiones, traiciones, intereses y hasta odio. A veces quedaba la rabia. La rabia de no haberlo visto todo claro antes, de haber vuelto a ser una pardilla, de haber vuelto a tropezar con la misma piedra, de no haber podido decir la última palabra y no haber tenido respuestas, de no entenderlo todo. Pero ay ese gran aliado que es el tiempo y que acaba colocando a esas personas en el rincón de tu memoria que se merecen: el olvido.

 Con el tiempo aprendí un poco, pero solo un poco, porque por mucho que me lo proponía no conseguía llegar a cambiar completamente y en algún momento bajaba la guardia y me la volvían a jugar y juraba en arameo que era tonta de remate y que jamás aprendería. Con más tiempo conseguí  poner barreras al campo y se quedaron los justos y necesarios. Los que se han quedado valen por todos los desengaños que me he llevado por delante. Ahora sé que, cuando llegue el momento, una pocas personas verterán lágrimas sinceras sobre la lápida de mi tumba y me echarán realmente de menos y estaré presente en sus plegarias y también en su memoria. Con esto me basta.



PD: Gracias †MuTяĆ que me has hecho reflexionar desde tu post: Ir a entrada: "De mayo quiero ser como Lisbeth Salander...

jueves, enero 26, 2012

Sin ti no soy nada...

Sin ti no soy nada... Hoy ha sonado esa canción en el trabajo y he sonreído. Me han venido muchos recuerdos  de otras épocas. Mis hermanas cerraban el videoclub y nos íbamos de bares. Nos sorteábamos los vídeos musicales que sonaban. Venga, venga, la próxima que suene soy yo… “Tengo la camisa negra…” Ehhhh … roñosa. Aquella época era también la que nos dio por María y Telameto y de los remolinos-voleteretas,  pero cuando llorábamos de la risa era cuando versionábamos canciones.

Para darle más emoción y credibilidad al tema… las cantábamos…Pero claro en un bar público tampoco podíamos ponernos a todo volumen y las susurrábamos. Ahora eso sí, las risotadas sonaban a todo volumen. Tan ta tan… tan ta tannn… sin ti no soy nada, una gota de lefa en tu cara mojada… Sin ti niña guarra me duelen los huevos, me duele la tranca… Puro romanticismo, sí, señor


Ir a entrada María y Telameto...
Ir a entrada de Remolinos en el videoclub...