A media mañana mis jefes me llamaron y me dieron su regalo. Realmente útil y generoso ;). Uno de ellos se asustó por si al casarme dejaba la empresa (igual le han dicho que me caso con un príncipe y bueno también es verdad)... pero no. Me han dicho lo contentos que estaban por mi y me han felicitado.
Al bajar a desayunar he ido a encargar los bocatas variados cortados y las bandejas de dulces a la pastelería donde compro los caramelos y bandejas de bocatas y dulces y me ha atendido la cara perro. Con su mala baba habitual me ha dicho que tengo que dejar una paga y señal. Jamás me la han pedido. Durante los segundos de dudas me repite la borde: que cuánto dejas de paga... He salido un momento para comentar lo flipada que estaba a Sufumu y he vuelto a entrar... Todavía tenía la borde el lápiz en la mano. Me levanta la ceja interrogadora y le digo. No me pongas nada. ¿No quieres bocadillos??? No. He girado y he salido más ancha que alta. Se ha quedado con la boca abierta. Ya me ha visto prou.
Los he encargado en un colmado, he ido a por bebidas, patatas, queso, morros, etc. etc. etc. He cargado con las cinco bolsas. He hecho dos viajes a por las bandejas de bocatas y mientras colocaban la mesa en la sala de juntas.
Mientras momento rabia porque a nadie se le había ocurrido comprar una postal y yo ya tenía preparada una libreta para hacerles firmar. La pobre Sufumu echaba humo. Estaban preparando un fotomontaje y con el mismo disimulo que tenían con las peleas lo mismo para firmar.
Al fin los tenía todos reunidos y venga venga unas palabras... Empiezo con el discurso que más o menos había pensado. Una anécdota de pequeña. Risas generales que rompen el hielo. Y coño que me he derrumbao. Que ha sido decir que no será todo lo alegre que me gustaría y me he puesto a llorar delante de TODA la empresa. No ha moco tendido pero con la voz temblorosa y lagrimas de esas que se escapan. Cuando he recuperado la compostura, he conseguido acabar (dos más lloraban también debía ser por solidaridad o algo). He soltado el comentario medio disculpa exculpatorio del regalo de pelas porque ya llevamos años compartiendo maletas, risitas generales y me dan el paquete que contenía la temida bata...
Lo abro nerviosa y había una bata que no me han dejado desplegar... y un camisón... He dicho gracias, lo he vuelto a meter en la bolsa y he empezado a repartir besos. Gràcies, merci, muaks muaks, chas gracias, gràcies... así hasta que he dado la vuelta a la mesa como los toreros. Me he guardado lo mejorcito para el final y allí estaba Sufumu que se ha emocionado cuando le ha tocado a ella y la he abrazado fuerte y dado un par de collejas en la espalda que se me iba a poner a llorar y yo ya estaba recompuesta.
La postal que me han dado... Es un montaje cutre salchichero de una gorda en un sofá, con delantal y fumando y Jaume sentado soportando mis kilos. De los más malo que he visto en mucho tiempo. En blanco y negro, mala impresión, DinA4, y con las firmas apretujadas de todos y otros que no se habían enterado de la postal y firmaban mientras yo daba la vuelta besuqueril al ruedo.
De la bata y el camisón... menos mal que he llorado en el discurso que sino me ponga allí mismo. Yo pensé bueno igual es sexy de raso y no está mal. Parece una bata de hospital blanca de algodón que se arruga con solo mirarla y el camisón más de lo mismo. Como vestido veraniego no estaría mal. Estoy por ponérmelo el lunes. Me sabe mal porque igual lo han hecho con buena intención, pero cony que es más para una yaya de 70 años!!! Me lo acabo de probar y lo que me temía. El camisón me va enorme y la bata corta de mangas. Perfecta excusa. El lunes mismo les pido el ticket. Si casi no soporto una camiseta para dormir no me veo con eso que me llega a media pierna, con puntillas y lazos. Lo mismo me lo enredo en el cuello y me ahogo.
No ha habido brindis. Porque he empezado a poner copas y la gente ya estaba atacando los bocatas, las tapas y las coca-colas. Así que me he bebido mi copa. He estado un ratito danzando por ahí y me he pirado a fumar con S. y Sufumu a la sala de fumetas. Lo mejor el comentario de un amigo de contabilidad. Oye si no tienes el vestido de novia ponte la bata.
No ha habido fotos y casi mejor porque lo que menos quiero es recordar ese momento. Lo bueno que tiene es que ya pasó. Para acabar de alegrar el día he salido corriendo y mi dentista me ha arreglado una caries y m ha tenido que dormir y todavía no siento media cara, ni el labio, ni la lengua. Igual también me ha dormido el cerebro y por eso me rió cuando miro para atrás y recuerdo este día.
Creo que podría haber sido peor. Los bandos rivales no se han peleado. Se han comportado y no han puesto malas caras y no han llegado a las manos. Espero que a la vuelta de vacaciones ya nadie se acuerde de la famosa bata y el famoso regalo. Buen fin de semana!!!!