domingo, octubre 09, 2011

Lo que pasa en Chicago se queda en Chicago (2)...

Nunca entenderé la pasión de los estadounidenses por las puertas giratorias. Te las encuentras en hospitales, tiendas, edificios de oficinas, hoteles… Será para que no se escape el frío o el calor, pero me llevan por la calle la amargura. No gastan en luz, porque no se abren automáticamente, pero por otro lado derrochan tanta en otras ocasiones. Tampoco entenderé el espacio que dejan entre las puertas individuales de los servicios, ya sea en hospitales, aeropuertos o cualquier edificio público. Por las ranuras que van de uno a dos centímetros se ve a la persona que está en el interior. ¿Será para que no coloquen una bomba impunemente? ¿Será para que no se mantengan relaciones sexuales en su interior? 

Y ahora por fin entiendo el despliegue descomunal que me encontré en el muelle del Lago Michigan por un solo hombre que se había lanzado al agua. Amit Patel no se paró cuando la policía le pidió identificarse y se lanzó al agua. Dieron con su cuerpo todavía con vida y falleció después en el Northwestern Memorial Hospital, el hospital donde organizamos el curso. La noticia aquí  y aquí el vídeo que grabe del despliegue (las lucecitas del fondo eran barcos de policía, bomberos y ambulancias (se oye el helicoptero entre la música de un hotel que organizaba una fiesta):



También me encontré con los indignados de Chicago “We are the 99%” y me hubiera unido a ellos si no hubiera sido porque perdía el avión:

En este viaje también he descubierto ante mi sorpresa que todavía quedan azafatos heteros más guapos que un queso suizo y además enamorado de Barcelona y de Zaragoza, donde tiene amigos maños. Además de recolocar a mi compañera a mi lado en asiento de salida de emergencia, me dio tapaojos y orejeras para que descansara. Todo un caballero, sí señor. Lástima que no viajara conmigo mi sister Lara. Todo un partidazo, sí señor.

Lástima también que este viaje se me ha llevado unos cuantos kilos de carne y me haya traído un sarpullido en la parte derecha de la cara. Demasiados nervios en tan poco tiempo. Pero ya pasó y valió la pena mi reencuentro con la ciudad del viento. Sí, señor.

3 comentarios:

  1. mandame al azafatoooo!!!!...estos americanos son muy raros jajaja y sigo en mis trece, peliculeros a mas no poder...

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  2. Bienvenida Jairaki. Yo creia que te quedarias mas tiempo en Chicago. Un saludo y otra vez bienvenida. Besazo numero ¿14180?

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  3. jejeje
    ya veía que en el vídeo saldría un ovni...


    saludos!!!

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