Estaba a las siete y cuarto de la mañana, esperando a Sufumu, con mi cafelito. Ha entrado y hemos empezado a rajar y rajar. En ese mismo instante Lara Norris y Bailarina pasaban por delante de la cristalera del bar una y otra vez. “Está mirando, fijo que nos ha visto si hemos pasado cuatro veces…”. Pues no las había visto y casi lloro de la alegría cuando al fin han desistido y han entrado.
¡Qué preciosidades! Han madrugado para verme por última vez en siete largos días. Mañana me marcho a Lyon por cuestiones laborales, un viaje que no me apetece nada de nada hacer, justo después de un congelamiento provisional de sueldo a to kiski y haber estado echando rayos y truenos por la boca contra el director de personal (no tiene la culpa, pero lo descansada que me quedé). Cosa buena: es provisional. Cosa más buena: conseguí con mis quejas que de nuevo se vuelva a cobrar por ir de viaje.
Iré en fragoneta con el Mayer (un chico de logística que cuando pasa por delante de las féminas jóvenes de la empresa canturrean –canturreamos- en voz baja Oooooosscarrrr Maaayerrrrrr). Querían mandar al pobre chaval con un camión cargadito de libros hacia gabachilandia y sin pajolera idea de francés. El pobre sudaba nada más pensarlo. Así que me ofrecí para ir de copiloto y ahorrarme el trayecto en coche con Mr. President y lo que es peor con Doña Malvada. Finalmente ellos viajarán cómodamente en avión y yo acompañada de Bunbury porque Mayer es muy buen chaval y me ha dicho que puedo llevar lo que quiera de música y ya le he advertido… Estoooo vas a tragar Bunbury, Bushido… ¡Y ha dicho que sí! Es un santo. El único fallo es que un día me dijo Sufumu que estaba subido a una escalera y le pareció ver que llevaba tanga. Desde ese día su sexapil cayó en picado para mi. Cero patatero.
Doña Malvada es de lo peorcito de la empresa. Ella misma reconoce que es mala, que no cree en las buenas personas y que no existen los corazones desinteresados. Conoció a una persona buena, su padre, y murió cuando ella tenía 12 años y nadie las ayudó, cuando él lo había hecho con mucha gente. Así que se cerró en banda desde entonces y se aplica la máxima de… el mal que puedas hacer hoy no lo dejes para mañana. Por lo menos lo reconoce, pero es de un peligroooo la mujer. Amargadita por todos los costados. Ella fue la instigadora de que se dejaran de cobrar por ir de viaje. Con este elemento me ha tocado compartir habitación. Yo, que creo que todo el mundo es bueno (y los palos que me llevo a veces) o que tiene algún motivo para no serlo, pero curable, que creo en las personas, en el positivismo y en la buena fe… Cambiarla no la cambiaré, pero espero que ella tampoco lo haga conmigo y acabe ahogándola por la noche con un calcetín (sucio a ser posible).
Voy a echar de menos:
A mi marido, porque yovi yovaa cada día le quiero más: Su calma, que hace que cuando esté nerviosa, echando chispas, me tranquilice y serene, que me haga reír y verle feliz cuando me rió y que me lo diga, que comentemos nuestras respectivas jornadas y hasta sus broncas por ser una terrible desordenada.
Mis adorables sisters e hija adoptiva Bailarina: Sus risas, sus conversaciones, sus abrazos de osos, sus mimos … todo muy reconfortante.
Mi mami (Samarkanda): Las dos conversaciones telefónicas diarias de media hora, contagiándome felicidad cuando las noticias son buenas y alegrándome también cuando confiesa su tristeza porque sabemos que no nos engaña y la podemos animar. Su… ahora estoy comiendo, ya estoy en la cama (tan prontooo?), su contadme algo más (que suena totalmente como una niña pequeña que quiere abrir más regalos de reyes). Si la llamo desde el móvil en dos días le gasto el saldo y se va a dormir muy prontito, así que cuando regrese al hotel ya irá por el quinto sueño :’(
Amig@s: Porque siempre están cuando se les necesita y son muchos días sin compartir tertulia y/o cafelito.
Internes: Porque no os podré leer a diario, aunque últimamente vaya tan liada que tengo esto un poco abandonadillo, pero a la vuelta tendré tiempo para ponerme al día.
A cambio por lo menos me llevo pasear por los puentes de sus ríos y y y… poco más se me ocurre. Lo de jartarme de foie no sé si lo podré ni si quiero hacerlo después de leer lo que Marmi escribió sobre el tema… Ah sí que podré volver a ver a Adrià :) Alucinada me quedé hace dos años cuando dos finlandeses que ni papa de español se gastaron cada uno 120 euros en un libro que no entendían para que se lo dedicase. Igual le cuento lo de que soñé que me palmeaba la espalda y desde ese día cocino mejor.
Así que intentaré escaparme a la sala de prensa y escribir a poco que pueda desde allí.
¡Besos mil y hasta la vuelta!