Mil perdones por esta larga ausencia, pero las circunstancias han sido y están siendo duras y no tenía ganas de llenar páginas con calamidades.
A fecha de hoy mi madre sigue cuidando de su hermano por tierras castellanas. Mi tío hace un mes que ha salido del coma, pero su estado todavía es delicado. La echamos de menos una barbaridad, a pesar de que la vi en Semana Santa. En Barcelona, la hermana de mi madre ha sido operada de corazón y entre la Lara Norris, Sufumu y una servidora nos vamos turnando para que no esté sola. La sobredosis diaria y nocturna que llevamos de hospital nos deja huella, pero siempre encontramos un huequecito para una dosis diaria de risa que hace que este trío no se haya tirado ya por un puente.
Hemos tenido que operar a Sky, la pequinesa de mi madre, y Luna, la cocker paraolímpica, se ha dado un atracón de pipas del loro (vaya usted a saber como encontró la bolsa) que todavía la estamos poniendo lavativas, al menos la anilla de la Coca-Cola que aparecía entre las pipas en la radiografía ya ha sido expulsada (extraída por Lara para ser exactos).
Así que en casa cambiamos el traje de enfermeras por el de veterinarias…
En el trabajo… menos mal que tengo a Sufumu y por lo menos nos echamos unas risas.
TELÉFONO: Ringgg ringgg
SUFUMU: Oye Jairaki…
JAIRAKI: ¿Perdón? Está usted hablando con su secretaria.
SUFUMU: Venga merluza que eres tú…
JAIRAKI: Lo siento, ella está reunida…
SUFUMU: ¿Y con quién si se puede saber?
JAIRAKI: Con don Enrique Ortiz de Landazuri, su cuñado Bunbury
SUFUMU: ¡ja! ¿Y qué hace reunida con su cuñado?
JAIRAKI: No lo sé pero se mueven la paredes…
SUFUMU: Cabronaaaaaaaa