jueves, junio 03, 2004

Mi primera y única vez…

Iba en el tren medio dormida, dando cabezadas contra el cristal. Para dejar de machacar mis golpeadas neuronas me puse a leer el periódico. Me desperté de golpe. Enrique Bunbury en concierto en Barcelona miércoles y jueves en la sala Razmatazz. Era miércoles día del primer concierto. Que no cunda el pánico igual quedaban entradas.

Oye, que hoy y mañana toca Bunbury en Barcelona me acompañas. Que no, que no. Venga va que te compro la entrada. Uys no que el bunbury me da grima. Pues te pones de espaldas. No, que no me gusta de verdad, intenta convencer a S. Nooo tía si fuera viernes todavía pero entre semana. Buffff. Llamo por teléfono para ver si quedaban entradas… y las había pero para el miércoles. Justo ese mismo día. Iba ideal de la muerte para un concierto… zapatitos, traje chaqueta, bolsito y los libros de inglés que me tocaba curso por la tarde. Mira que otros días me daba por venir a trabajar con tejanos, pero no, justo tenía que ser ese día. Que hago voy no voy, ir sola a un concierto … dónde duermo que vivo fuera de Barcelona… Una compañera de trabajo me ofreció amablemente que me quedara a dormir en su casa y además vive cerca del Razma. De momento tenía alojamiento. Tema solucionado. Nada que lo que tenga que ser será. A las seis me voy al Corte Inglés y si quedan entradas voy y si no quedan pues nada otra vez será. Quedan entradas para el concierto…? sí, cuántas quieres? Pues una. La gente me miraba y no eran paranoias mías. Hasta la que me la vendió. Ay pooobre no tiene nadie que la acompañe... Así que llegué a inglés y una compañera me custodió los libros, porque ya hubiera sido pa morirse tener que cargar con ellos. Así que en la pausa me cogí mi bolso y enga pal Razma.

La cola daba la vuelta a la manzana. Gente emocionada. Todos en grupo. Comentando. Riendo. Yo que me coloco en la cola, toda sola. Y me miraban como diciendo y ésta?? Que esto no es la parada del autobús. Tos con sus camiseticas, sus tejanos, muy apropiadamente vestidos y yo allí maldiciendo en arameo a A., a S., a J y casi todas las letras del abecedario. Nada que doy la entrada y me vieron con esa carita de que acabe pronto esta tortura y que empiece yaaa que el público se va que ni me miraron el bolso.

Y dentro pues más camaradería de los colegas o al menos parejas de dos. Que se apaguen las luces pordióooo. Total que empezó el concierto y los grupos y parejas y yo misma nos convertimos en una masa homogénea. Todos cantando y disfrutando a la vez. Miradas cómplices de andalahostiacomomola y así canción tras canción comentario tras comentario, otra más otra… Y salí del concierto extasiada. Flotando. Con unas ganas locas de contar la experiencia. Mi compañera estaría durmiendo o liada con la traducción que la había impedido venir y tenía que contarlo. Así que finalmente llamé a Jaume que hizo amablemente más de 40 kilómetros para venirme a buscar a las 2 de la madrugada y pude contar con pelos y señales mi experiencia.

Durante los años que estuve por trabajo en Madrid al principio iba muchas veces sola al cine y era una sensación que me gustaba. Pero un concierto… Ese mismo año fui a otro concierto del Bunbu en las fiestas de la Mercè de Barcelona, otro en Zaragoza en las fiestas del Pilar (qué buenos recuerdos), en el pabellón del Valle Hebrón… pero ya en todos ellos muy bien acompañada. Pero como la primera (y única por el momento) … fue mágica. Creo que es una cosa que por lo menos una vez en la vida se debería probar… Al menos para decir sí sí lo he hecho, he podido, he ido solo/sola a un concierto!!!!

(PARTE VETERINARIO: Ayer mi hermana cuando cogió a Luna para cambiarla de posición creyó ver como estiraba una de las patas de atrás como reflejo. Ahora lo pide todo con gruñidos grrrr agua, grrrr pipi, grrr comida. Creo que toda la positividad que mandáis está haciendo efecto. A ver que nos dicen mañana que la vuelven a pinzar)